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jazz

Solo ante el piano

  • La discografía de Keith Jarrett se enriquece con una caja que agrupa cuatro conciertos celebrados en diferentes ciudades italianas en octubre de 1996.

El pianista estadounidense Keith Jarrett (Allentown, Pensilvania, 1945).

El pianista estadounidense Keith Jarrett (Allentown, Pensilvania, 1945). / césar desviat

A sus 71 años y aquejado de un síndrome de fatiga crónica que desde finales de los años 90 ha reducido notablemente sus apariciones tanto en estudio como en directo, la trayectoria discográfica de Keith Jarrett pasa desde hace bastantes años por las manos de Manfred Eicher, capo de su sello ECM, quien ha aprendido sabiamente a administrar el valioso legado musical que espera turno en sus bien custodiados archivos.

De hecho, sus últimos lanzamientos -sólo disponibles en formato CD y ausentes, al igual que el resto del catálogo ECM, de plataformas digitales tipo Spotity- se han sustentado casi exclusivamente en rescates de registros realizados por el pianista durante años precedentes, con la excepción de Creation (2015), grabado en piano solo en sus conciertos de 2014 en Japón, Canadá, París y Roma. Y así lo pusieron de manifiesto títulos como No End (publicado en 2013 aunque grabado en 1986), los registros alemanes en vivo a la cabeza de su trío integrado por Gary Peacock y Paul Motian de Hamburg '72 (2014), los también realizados en trío Peacock y Jack DeJohnette en esta ocasión - en 2009 y agrupados en Somewhere (2013) e incluso su enésima aproximación al universo clásico -Barber/Bartók/Jarrett (2015)-, procedente de tomas fechadas en 1984 y 1985.

Pero si hay un formato que, junto al de trío, ha dado popularidad a Jarrett, ha sido el piano solo. Aunque ya había grabado notables trabajos en solitario - si ir más lejos, su debut para ECM con Facing You (1972)-, el pistoletazo oficial de salida lo dio aquel celebérrimo The Köln Concert (1975), un trabajo millonario en ventas que trascendió su estatus como músico de jazz para ubicarlo en un rol habitualmente reservado a estrellas del rock. Desde entonces, el piano solo ha ocupado término preferente en el muestrario de un músico gigantesco, mediático, controvertido, desmesurado para bien y para mal pero constantemente enojado con la previsibilidad y el corsé. De hecho, la gran aliada de su método siempre ha sido la improvisación, convertida antes en medio que en fin, y de su mano ha podido explorar parcelas de libertad creativa volcado en su íntima correspondencia con su instrumento.

Desde esta premisa, los principales escenarios del mundo han sido testigos de manifestaciones de su carisma artístico: La Scala (1997) o The Carnegie Hall Concert (2006) ilustran su dominante presencia en tablados de fuste, prolongada ahora a otra recuperación bautizada como A Multitude of Angels, un cofre con cuatro CD que agrupa una serie de conciertos realizados en Italia (Módena, Ferrara, Turín y Génova) a finales de octubre de 1996. En los últimos, según Jarrett, tocó sin pausas dentro de cada set y en los que "el jazz siempre está presente, junto a mi profunda cercanía a la música clásica (moderna y antigua, Ives y Bach)".

Dos extensas partes (con minutajes que van desde la media hora a los 44 minutos) conforman en cada uno de esos directos los permeables pasajes a través de los que Jarrett extiende su autoridad improvisadora, a imagen y semejanza de otros trabajos de ese periodo como Vienna Concert (1992) o el citado La Scala. Flotantes y abiertos, sus desarrollos responden a una construcción en indisoluble ciclo y expansión, hermosa y dinámica, que sólo atiende a los impulsos, estados y sensaciones de su autor, alentada por sus discutidos gritos y efectos percusivos.

Además de sendos bises en Ferrara y Génova, Jarrett apela a su educación jazzística y finiquita los directos de Módena y Génova recalando en el universo del cancionero americano más enraizado: el tradicional Danny Boy y Over The Rainbow de Harold Arlen y Harburg, el tema incluido en la película El Mago de Oz (1939), señalado por la Asociación de la Industria Discográfica de Estados Unidos como la canción más importante de ese del siglo XX, ponen remate a otra sustanciosa aportación al grandioso corpus de este mago de la improvisación.

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