Mario Vargas Llosa se identificó en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México), a sus 80 años, como el "último sobreviviente" del boom y bromeó con que es él quien tiene "el triste privilegio de tener que apagar la luz". "El boom ya no existe, y yo soy en cierta forma el último sobreviviente de lo que se llamó boom. Y me toca el triste privilegio de tener que apagar la luz y cerrar la puerta", dijo durante una conferencia de la mayor feria del libro que se celebra en el mundo hispanohablante.

"Son aplausos que confirman esta triste verdad", respondió el autor de Conversación en La Catedral, La guerra del fin del mundo o La fiesta del Chivo a la ovación que le dedicó la numerosa audiencia que asistía al acto y que aplaudió esa afirmación. Vargas Llosa añadió que no se arrepiente de haber formado parte de este movimiento literario de los años 60 y 70 junto con autores como Gabriel García Márquez o Carlos Fuentes. "Del boom -dijo- surgieron buenas novelas que hicieron pasar buenos ratos a buenos lectores, y de alguna manera contribuyeron a unir este mundo tan desunido" que era América Latina.