Cuando hace casi 30 años los integrantes de La Zaranda se adentraban en la aventura de dar forma a espectáculos, ya abrigaban la firme conciencia de que debían alejarse de las nociones mercantilistas y el costumbrismo trasnochado en el que incurrían otras producciones. Entonces proclamaban "ir más allá de las formas adquiridas, no cesar en la búsqueda, renunciar a los logros que puedan establecer lo rutinario". Tres décadas más tarde, este teatro inestable de Andalucía la Baja, como se define la compañía de Eusebio Calonge, sigue fiel a su interés por esa dramaturgia propia. Muestra de esta disidencia es Los que ríen los últimos, historia de tres cómicos perdidos en un vertedero que pisa hoy y mañana las tablas del Lope de Vega.

Estrenada en el Festival de Bayona y vista en el Teatro Español de Madrid, la obra promete reunir los elementos que han caracterizado la impronta personal de esta compañía jerezana: el expresionismo de su puesta en escena, un texto plagado de ironía y de verdades sobre la condición humana y un grupo de actores empeñados en llegar al corazón del público. Y, sobre todo, despertar la reflexión en el patio de butacas. "Parece que se quiere que el público vea el teatro como si estuviese en el salón de su casa, pero eso no va con nosotros", opina Paco de La Zaranda. "Nuestros personajes están dentro de la conciencia del espectador, yo quiero que éste se emocione, y que eso le lleve a pensar, y que ese pensamiento le haga más libre", añade el director escénico.

Pese a su proyección internacional -abruma comprobar la cantidad de escenarios que la formación ha visitado con sus 12 espectáculos-, La Zaranda no suele hacer escalas por Andalucía. "Que sea tan difícil entrar en los teatros de aquí es para pensárselo", sostiene el dramaturgo Eusebio Calonge, que cree que "el teatro se usa para lograr el voto". Calonge habló ayer también de la adaptación cinematográfica de Los que ríen los últimos que va a producir Carlos Saura. "Quisimos dejar claro desde el principio que no nos interesaba que la interpretara gente de fuera de La Zaranda, en ese proyecto teníamos que estar nosotros", apuntó.