Cultura

La antología 'Cuentos' muestra la faceta menos conocida de Dostoievski

  • Siruela publica una serie de relatos escritos por el ruso entre 1845 y 1877 y en los que destacan su humor y su fina ironía

Aunque Fiódor M. Dostoievski es reconocido por su faceta novelística, su fuerte personalidad artística también quedó demostrada en el periodismo, el relato y el cuento, género este último rescatado ahora en el libro Cuentos, donde se puede apreciar el humor y la fina ironía del famoso escritor ruso.

Traducido del ruso y prologado por Bela Martinova, la nueva recopilación de los cuentos más importantes de Dostoievski abarca desde sus comienzos literarios en 1845 hasta 1877, año en que comenzó a escribir Los hermanos Karamazov.

Cuentos tiernos como El sueño de un hombre ridículo y El ladrón honrado o cuentos desenfadados como La mujer ajena y el marido debajo de la cama y El cocodrilo se suceden en este nuevo libro publicado por Siruela.

Reunidos en orden cronológico, los Cuentos de Dostoievski (Moscú, 1821-San Petersburgo, 1881) profundizan en sus personajes favoritos, como los niños, "presa fácil de las injusticias más grandes", y dibujados por el autor como "los seres más vulnerables de la vida", destaca Martinova en el prólogo.

La autora de la traducción subraya también que "la importancia del cristianismo" en la vida y obra de Dostoievski se hace más visible que nunca en estos pequeños cuentos, así como el miedo a la muerte, especialmente en El campesino Maréi.

A los años que transcurren desde 1845, primera etapa humorística del autor, hasta la segunda, en 1862, se han añadido las duras experiencias de Dostoievski ligadas a su enfermedad -era epiléptico desde que contaba tan sólo nueve años-, su condena a trabajos forzados por pertenecer a un movimiento subversivo de ideas socialistas, o el momento de paz que le proporcionó al escritor su segundo matrimonio con Anna Grigórievna.

Es en el cuento "donde Dostoievski concentra con más intensidad el contenido filosófico de su obra", señala Bela Martinova, que también halla en este género la lucha del autor ruso contra el monstruo de la burocracia, así como el bien y el mal.

Y es en El sueño de un hombre ridículo, el cuento "más bello" para la traductora, donde Dostoievski aborda el aspecto moral del bien y el mal "con inusitada delicadeza para que finalmente triunfen la bondad y la belleza". "Un bello final, pues, para un cuento inigualable que estéticamente se eleva a la condición de obra maestra", escribe en la introducción de la traductora.

Bela Martinova también prepara al lector en el prólogo para que pueda entender más fácilmente los nombres rusos empleados por Dostoievski, con los que hace diversos juegos de palabras. Por ejemplo, el personaje protagonista de Polzunkov, que procede del verbo polzat, que significa arrastrarse.

En Bobok, los nombres propios de los muertos que hablan y juegan a las cartas tienen presente los grados que ocuparon en vida, donde siguen manteniéndose en la ultratumba. Así, el general Pervoiédov tiene un apellido que significa comer primero e ir en primer lugar, de acuerdo con su categoría militar.

Una biografía cronológica de Dostoievski completa este volumen de Cuentos, un género literario corto con el que el autor de Crimen y castigo, El jugador, Noches blancas, Humillados y ofendidos, El idiota y Memorias del subsuelo, entre otras obras de este clásico universal de la literatura del siglo XIX puso de relieve, en palabras de Martinova, "las ideas más profundas que salpican su pensamiento".

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