Trianera de nacimiento y vendedora por vocación, Luisa lleva toda la vida dedicada al comercio, bien de joven atendiendo una farmacia, bien más adelante con los quioscos y ahora con las Thermomix, los robots de cocina puestos de moda en los últimos tiempos. Desde hace 25 años cuenta con un establecimiento en la plaza Ruiz de Alba en el que vende prensa, revistas y otros productos de papelería, pero además Luisa es capaz de vender ropa, bisutería, planchas y, desde hace cuatro años y medio, la Thermomix. "Los hombres ahora se vuelven locos porque amasa, fríe, tritura, y además ofrece una cocina sana", señala Luisa, que comenta que es un regalo muy común para las bodas. Sin apenas publicidad, sólo el boca a boca, este producto ha calado en los hogares y son las vendedoras las que se relacionan estrechamente con los clientes. "Nos dan cursos de cocina y hacemos demostraciones en los hogares de los clientes", apunta Luisa, que se reúne asiduamente con otras vendedoras y además consiguen excursiones y viajes por su trabajo bien hecho, como a Argentina y Brasil. Con un precio de 890 euros, hay facilidades de pago a plazos y se promueven también promociones como la actual, donde se añade un juguete con pilas para los niños, el cual también tritura y hace batidos. "Llevo en la sangre lo de vender, porque lo he hecho siempre, pero además vendo lo que creo en ello", concluyó.