Crítica de Cine

Ni contigo ni sin ti

Tan tópico como indescifrable en su formulación y proporcionalidad, eso que se llama química entre actores resulta imprescindible para que una comedia romántica funcione, ya se trate de su variante clásica o, como ocurre en esta Me estás matando, Susana, de su deriva contemporánea de perfil indie a propósito de nuevos (o no tan nuevos) modelos de pareja heterosexual en crisis.

Y esa química no surge realmente entre el mexicano Gael García Bernal y la española Verónica Echegui, protagonistas de este tira y afloja que, basado en la novela de José Agustín, se postula como retrato y diagnóstico de una relación sentimental suturada por un amor poderoso pero declinada en una escalada de infidelidades, desencuentros y frustraciones personales a través de los que aflora la caricatura del macho latino o la mujer que desea emanciparse de las ataduras del rol y el modelo tradicionales.

Entre Ciudad de Méjico y la nevada Iowa, Me estás matando, Susana cumple así las etapas de la decepción, la separación, la reconciliación, la atracción irresistible y… (no haremos spoiler) en una cansina trayectoria zigzagueante que traduce en una superficie pop la letra de cualquier viejo bolero de amor pasional eterno e irreductible, salpicada de apuntes cómicos (poco afortunados) sobre la interculturalidad o la condición inmigrante en Estados Unidos.

No corren además buenos tiempos para hacer una lectura positiva en clave de género de esta película, sobre todo de su desenlace. Ustedes mismos.

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