Cultura

La danza alza el vuelo en el Teatro de la Maestranza

  • Ellavled Alcano y Las Bisiestas lideran hoy y mañana las dos atractivas propuestas del programa 'Vertebración'

Melisa Calero y Raquel López participan en la pieza 'Romero'.

Melisa Calero y Raquel López participan en la pieza 'Romero'. / María Teresa García

En contra de la opinión de algún que otro presidente, la diversidad es uno de los pilares que sustenta la cultura y el arte. Al menos, así lo entiende la Asociación de Profesionales por el Desarrollo de la Danza en Andalucía (PAD), que esta noche y mañana, por séptimo año consecutivo, presenta su programa Vertebración, una propuesta sin ánimo de lucro que confronta a coreógrafos e intérpretes contemporáneos, siendo estos últimos (y no al revés) los que eligen las piezas en las que quieren participar. La cita constituye uno de los pocos escaparates anuales de la creación andaluza y, por consiguiente, reviste una especial importancia para un sector que cuenta con escasísimos recursos a la hora de producir sus creaciones.

Desde la primera edición, celebrada en esta misma sala en marzo de 2011 con creaciones de Raquel Madrid, Manuela Nogales y Manuel Cañadas, son muchos los artistas y las compañías que se han mezclado gozosamente en este escenario. Desde su V edición, además, Vertebración se abrió a profesionales no asociados a la PAD, fomentando así nuevos lazos y un más que necesario espíritu de cooperación e intercambio.

En esta séptima edición, la velada estará compuesta por dos piezas diferentes y muy arriesgadas. Romero, la primera, llevará por primera vez al Maestranza -a la Sala Manuel García, no a sus fachadas- la danza vertical en una propuesta liderada por la coreógrafa venezolana Ellavled Alcano, con la participación de Melisa Calero, Raquel López y un elenco de nueve bailarines. Alcano, que define la pieza como "una propuesta escénica vertical, cinética, icónica, pelada, peluda y pelempempuda, donde se recogen acciones dibujadas con el movimiento", reside en Sevilla desde el 2011, donde comenzó a volar con David Gutiérrez en su Compañía sevillana B612 Danza Vertical. Con esta formación interpretó algunas piezas, como la premiada La Arquitectura del aire, amén de participar como bailarina horizontal-contemporánea en proyectos como La Satisfacción del capricho de Bárbara Sánchez, para el Festival de Itálica 2013, o en Error, versión Beta, (2016), de Juan Luis Matilla (Mopa).

Respecto a esta pieza, la directora de la PAD, Laura Morales, ha manifestado su agradecimiento al Teatro de la Maestranza, "que no sólo ha permitido que colguemos los amarres necesarios en el techo sino que ha construido paredes -las más altas de 4 metros de altura-, para que los intérpretes tomen impulso y puedan volar por el escenario".

La segunda pieza, Los gatos de la mandarina. La cultura del estímulo, procede del colectivo Las Bisiestas (Verónica Morales, Fran Pérez, Julio León y Tatiana Sánchez), nacido en febrero de 2016 con el objetivo de crear un espacio de pensamiento en torno a la creación escénica en Sevilla. Según dicho colectivo, la pieza es un encuentro performático entre los intérpretes (un total de once) y el público asistente que, al responder a los estímulos recibidos, establece un feed-back que hace de cada encuentro una performance única e irrepetible, muy en sintonía con la situación de surfeo cultural que se vive en estos momentos.

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