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Drama, Islandia, 2016, 129 min. Dirección: Gudmundur Arnar Gudmundsson. Intérpretes: Baldur Einarsson, B. Hinriksson, D. Valsdóttir.

Un auténtico clásico del debut en el cine europeo éste del islandés Gudmundsson, higiénico relato de formación y despertar pansexual adolescente abrochado con el corolario de la pérdida de la inocencia (en bellos paisajes y frente a una colectividad de adultos pequeña e intolerante): los islandeses, ya se pudo comprobar en el Mundial, no son tan distintos a nosotros.

Heartstone, escrita con el férreo manual del guionista de escuela, desespera sobre todo al principio, cuando Gudmundsson nos quiere involucrar sensorialmente en la comunidad de chicos y chicas y sube el volumen del micrófono y pega la cámara a la piel, la mueve nervioso, la sumerge en el agua y espía miradas al acecho: una auténtica falta de estilo y cortesía, carencia travestida de furor a la hora de buscar una verdadera distancia que nos diera a ver y a escuchar a alguien joven; siempre, por definición, una interrogación, una potencia. Este cine primerizo que nace tan viejo y jorobado necesita un par de horas para sacudirse el relato y filmar un par de planos cuando la historia ya ha frenado y el director se permite rastrear sensaciones no del todo comunicables.