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Cultura

'Dos mujeres tocaoras' en el Teatro Central

  • Marta Robles y Antonia Jiménez ofrecen hoy el primer recital de guitarras a cargo sólo de mujeres en el ciclo 'Flamenco viene del Sur'

Las ha habido siempre, porque desde el origen mismo del flamenco hombres y mujeres, todos los intérpretes, solían acompañarse de la guitarra para cantar, y ahí están desde Anilla la de Ronda a La Cuenca, pasando por todas las que trabajaron en los viejos cafés cantantes. Y sin embargo... Y sin embargo el tema de la mujer flamenca que no canta ni baila sino que prefiere las seis cuerdas "es una especie de tabú", dice Fernando González-Caballos, "sin el menor sentido", añade, pero el caso es que "durante años una parte de la historia del flamenco y de la guitarra ha permanecido oculta".

Esta noche, porque el movimiento se demuestra andando, a propuesta del flamencólogo sevillano, Marta Robles y Antonia Jiménez ofrecerán en el Teatro Central, bajo el título Dos mujeres tocaoras, el primer recital de guitarra a cargo únicamente de mujeres en la historia del ciclo Flamenco viene del Sur. Llevan meses preparándolo a distancia, y de vez en cuando encontrándose para ensayar, porque viven en ciudades distintas. "Nos conocíamos de oídas, a mí me habían hablado de ella y supongo que a ella de mí también. Estamos muy contentas y tenemos muchas, muchas ganas", dice Robles, nacida en Sevilla en 1976 y afincada desde hace años en Barcelona tras una etapa en Ámsterdam. "Fernando vio que nuestras músicas podían congeniar y acertó. Todo ha sido un camino de rosas", corrobora Jiménez, que nació en El Puerto de Santa María en 1972 y vive hoy en Madrid.

El recital tendrá tres partes, una para cada una de ellas en solitario y una última conjunta. Jiménez hará una taranta, tanguillos con aire de guajira, seguiriyas, un tema por bulerías, "todas composiciones mías, y eso es para mí el mayor regalo, el poder mostrar mi música, mi manera de entenderla", apunta la guitarrista, que se define así: "No me etiquetaría como guitarrista tradicional, mi música son mis vivencias e intento que sea siempre muy personal. Ahora, flamenca cien por cien seguro que sí", dice la intérprete portuense, que siempre, "desde que tenía dos o tres años", ha sentido "una inquietud increíble por tocar" y con 15 años empezó ya a "ganar dinero" tocando. "Yo haré unos temas más a mi estilo", dice Robles, que no obstante, consciente de lo especial de la cita, ha preparado también una parte "lo más tradicional posible" en la que se escucharán una rondeña de Ramón Montoya, una guajira y un zapateado. Luego, con las dos ya sobre las tablas, llegará el momento de las alegrías o las bulerías.

"En el flamenco ha habido grandes mujeres pero siempre ha sido un mundo movido por los hombres", dice la sevillana, que se inició en la guitarra de la mano de un tío suyo, Rafael Crespo, y que tras completar sus estudios de guitarra clásica en en el Conservatorio Manuel Castillo amplió su formación primero en la capital holandesa y luego en Barcelona, junto a Juan Manuel Cañizares, ahondó mucho más específicamente en el flamenco, siempre, eso sí, con un espíritu abierto como se aprecia en su trabajo con Las Migas, grupo del que ella es fundadora y compositora, y con sus colaboraciones con artistas como el bailaor Juan Carlos Lérida. "Mi aproximación al flamenco ha sido siempre así, y quizá porque le tengo demasiado respeto he preferido mantenerme un poco al margen, acercarme siendo como soy", dice Robles, que últimamente está también muy interesada en otras latitudes sonoras, como la brasileña y la cubana.

A su lado, Jiménez, que ha acompañado a Carmen Linares, res, Olga Pericet, Rocío Molina o Manuel Liñán, siente que le "falta todo por hacer" -espera "al menos empezar" su primer disco este año- aunque tiene claro que "desde hace tiempo ya sólo tengo que demostrarme cosas a mí misma". Porque al principio, dice, "fue muy duro". "Me encontré con un muro que yo no sabía que existía. Descubrí de repente un mundo hostil, que me miraba raro, que desconfiaba. Pero ahora ya no, hace mucho que me siento cómoda. La experiencia te enseña mucho, sí...".

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