El Ayuntamiento de Cantillana no ha querido que la apertura, hoy, del Centro de Interpretación Ocaña sea sólo un acto institucional, sino una "fiesta" que rinda homenaje al controvertido artista, que nunca quiso pasar desapercibido. "Desde que se bajaba del autobús, todo el pueblo se enteraba de que había llegado", recuerda la alcaldesa, Ángeles García. Inspirándose en ello, se ha organizado un "gran pasacalles ocañí", como esos que le gustaban. De hecho, perdió la vida cuando se incendió el traje de sol que se confeccionó para el desfile de la Semana de la Juventud, en el verano de 1983, al poco de llegar desde Barcelona.

En el pasacalles participan más de 1.400 niños y el profesorado de los dos colegios y el primer curso del instituto. Hace semanas que se están elaborado disfraces inspirados en Ocaña, que realizó un mural en colegio de la Esperanza del que se han copiado algunos tipos. Una charanga esperará a la comitiva de cada centro y enfilarán hacia la calle San Francisco, donde está el Centro de Interpretación. Sobre un escenario se indultará oficialmente al Juas (Judas) que representa a Ocaña y ganó el último concurso de la fiesta de la Candelaria. Antes de que el consejero de Cultura, Miguel Ángel Vázquez, y la alcaldesa se dirijan al centro para inaugurarlo, se escuchará la canción que Carlos Cano dedicó al pintor: "Feria en Cantillana, cometa de fuego", dice un verso.

La alcaldesa recordó ayer que hace años que se trabaja por abrir este centro en Cantillana, en el que se han invertido 607.000 euros de varios planes de empleo. Abrirá al público los viernes de 18:00 a 20:00 y los sábados y domingos, de 12:00 a 14:00. Entre semana o fuera de ese horario, se tendrán que concertar visitas por teléfono. En los próximos días, esos escolares que participan hoy en el "pasacalles ocañí" se acercarán a la obra del artista con actividades que se han organizado para ellos en las nuevas instalaciones, que también tienen cabida para exposiciones temporales de otros artistas.