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Cultura

La verdadera verdad

  • 'Las voces del eco'. José Bergamín. Edición de Nigel Dennis. Renacimiento. Sevilla, 2013. 204 páginas. 12 euros.

"Mi poesía es rezagada / porque se ha quedado en mí / como un remanso de agua". Se ha convertido en un lugar común referirse a Bergamín, el irrepetible don Pepe, usando de ese adjetivo que él mismo utilizó en el título de su tardío primer poemario, Rimas y sonetos rezagados (1962), publicado cuando el autor madrileño -poco antes de su segundo exilio- tenía la respetable edad de 67 años, pero lo cierto es que conocemos bastantes poemas anteriores y que tanto su prosa como sus aforismos -o su labor editorial- ya señalaban la sensibilidad lírica de Bergamín desde mucho antes de esa fecha. Rezagado también, suele añadirse, por su alejamiento de las corrientes innovadoras en favor de los clásicos, por su permanente confrontación con las fuentes -el conceptismo barroco, desde luego, pero también el romancero, los románticos o los simbolistas- y por su diálogo de tú a tú -hoy diríamos intertextual- con algunos de los más altos poetas de la tradición castellana.

A ello alude Nigel Dennis en el título de la antología, Las voces del eco, que ha preparado para la colección rayada de Renacimiento, queriendo subrayar la pluralidad o el "carácter multiforme" de la poesía de Bergamín y su deuda, que no oculta, con los autores predilectos, emulados desde la admiración en un continuo y a la postre original ejercicio de reescritura. El criterio del antólogo, que no ha seguido un orden cronológico al agrupar la obra en cuatro bloques -coplas y cantares, sonetos, rimas y poesías satírico-burlescas-, es útil e incluso muy recomendable para reconocer los varios registros cultivados por el poeta, aunque la elección no habría sido incompatible con anotar las fechas de los poemas o los libros a los que pertenecen. Más que en los sonetos, impecables pero demasiado literarios, o en los poemas civiles, curiosos pero anecdóticos, la voz de Bergamín destaca en las rimas y sobre todo en las modulaciones del arte menor. "La verdadera verdad / nunca se esconde en lo oscuro: / se esconde en la claridad". En versos sencillos y hondos como los citados y muchos otros de la sección de coplas y cantares -"Tú te crees en libertad / porque el viento que te lleva / no sabes a dónde va"- encontramos la veta más natural y conmovedora de aquel hombre complejo y contradictorio, brillante y enigmático que fue -también- un poeta genuino.

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