Cultura

Coro, Ballet y Orquesta del Ejército Ruso de San Petersburgo

  • La formación ofrece su espectáculo tradicional actualizado

Heredera de los Coros del Ejercito Rojo, aquellos que conocimos a través de los discos de vinilo en las décadas de los sesenta y setenta del pasado siglo, la agrupación que nos visitó el pasado miércoles en Villamarta, mantiene la estructura del espectáculo aunque, obviamente, se hayan renovado y actualizado algunas de sus propuestas escénico-musicales

Fundado en 1928 por Alexander Alexandrov, profesor del Conservatorio de Moscú, compositor y talentoso director de orquesta, el Coro del Ejercito Rojo, tuvo como primer objetivo levantar la moral de los soldados soviéticos del frente de extremo oriente, tarea que se multiplicaría con la entrada de la Unión Soviética en la Segunda Guerra Mundial, donde estos coros llegaron a ofrecer más de 1500 conciertos en los frentes y retaguardias de sus ejércitos.

A partir de entonces y con la llegada de la guerra fría, se convirtieron en la embajada cultural del régimen bolchevique, mostrando la otra cara -más próxima y autentica del pueblo ruso-, donde se desbordan y surgen espontáneamente los sentimientos populares a través de unas entrañables manifestaciones artístico-musicales de gran colorido y ritmos vivos.

En la España de los planes de desarrollo descubrimos estos afamados coros, que a la sazón dirigía Boris Alexandrov, hijo de su fundador y que actuaban, frecuentemente, acompañados por el extraordinario Ballet Moisiev.

La función del pasado miércoles distaba poco de lo que antaño pudo verse en nuestro país, solo las nuevas enseñas de la federación rusa, alguna coreografía más próxima a las influencias religiosas asentadas últimamente en Rusia, la merma canora de algunos solistas y la esbeltez de las nuevas bailarinas, evidenciaban el giro sufrido por estos grupos. Aparte de ello, el plantel orquestal, la estructura de los coros y las coreografías seguían mostrando la misma imagen que ya conocíamos y admirábamos. Canciones como "Danza de los cosacos", "Al otro lado del Don" o la celebérrima "Kalinka" siguen fascinando a nuestro público, pero, sobre todo, la precisión y la vitalidad de sus danzarines bailando al trepidante ritmo de los trepak, prisiadka y demás danzas rusas.

Un hermoso espectáculo que tuvo como colofón un "Viva España" de nuestro incombustible Manolo Escobar, cantado con acento eslavo por el Coro del Ejercito Ruso y coreado por el respetable.

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