El Coliseo era el lugar de muerte de miles de personas, las Pirámides fueron construidas por un pueblo esclavo... Si hay un monumento de la Antigüedad con valor cívico es la Biblioteca de Alejandría. Destruida hace siglos, el gobierno de Egipto inauguró hace cinco años la Nueva Biblioteca de Alejandría, un centro colosal con vocación intercultural. Pero del siglo XXI. El director de su centro de arte, el compositor Sherif Mohie El Din ha estado en la ciudad esta semana para visitar la Alhambra invitado del gestor cultural Isidro López Aparicio.

-Por definición, hablar de la Biblioteca de Alejandría, en el imaginario universal, es hablar de magnificencia, de proporciones colosales, de poseer más libros que nadie... ¿Llegan a ser un problema estos presupuestos?

-El nombre de Alejandría viene de miles de años atrás pero la nueva biblioteca tiene sólo cinco años de antigüedad. Es una gran apuesta arquitectónico y una gran apuesta de Egipto que pretende ser, además de un centro de cultura, un motor económico y social. No es sólo una biblioteca, son doce centros adscritos al nombre de la Biblioteca de Alejandría que tienen que ver con la tecnología, la comunicación, archivos, centros artísticos, centros de investigación... No son sólo estanterías llenas de libros.

-¿Cómo puede una biblioteca convertirse en centro de excelencia y en motor de una sociedad del siglo XX?

-Era uno de los objetivos fundamentales, que la biblioteca tenga su peso en todo Egipto y estamos teniendo muchísimo éxito.

-¿Cuál es su criterio expositivo? ¿Pesa demasiado la tradición y el tópico?

-La Bienal de Arte es muy importante y tenemos diversas colecciones estables en la Biblioteca. Tenemos una importante colección de Antigüedades, pero ninguna pirámide, además de muestras de folclore, cerámicas, libros de artistas... De todas maneras, el propio edificio es una joya. Fue el resultado de una concurso internacional muy disputado y tiene un plano inclinado donde prevalece la luz y el agua. Es algo espectacular. Otra cosa que sorprende es la gran cantidad de actividades.

-La antigua biblioteca era, hace miles de años, una muestra colosal del cruce de civilizaciones, compilando el saber de los pueblos del Mediterráneo. ¿Cómo se ha rescatado este espíritu?

-Por ejemplo, acogemos el Foro Europeo de Instituciones Independientes de Teatro y Danza. También poseemos un centro de congresos de los más activos del mundo. También poseemos un Centro de Investigación del Mediterráneo.

-En un país como Egipto, con problemas de analfabetismo, ¿cómo consigue un proyecto colosal como la Biblioteca dar la vuelta a esta situación?

-Recibimos una media de 1.200.000 visitantes al año, la mayoría procedentes de colegios. En concreto, en el centro de arte, tenemos una gran vocación pedagógica. Además, estamos hablando de que Alejandría tiene cuatro millones de habitantes. Lo más destacable es la Bienal de Arte, el Summer Festival y el Festival de Teatro de Alejandría. También tenemos una orquesta y un coro de la Biblioteca de Alejandría. Llegué a ser director de la Orquesta de El Cairo pero asumí este cargo como gestor cultural y gestor de arte. Es importante buscar el impacto mediático pero hay un nivel de calidad que hay que mantener. Yo no soy un político.

-¿Apuesta por el concepto de lo mediterráneo, por la interculturalidad?

-Por supuesto. En Granada me he encontrado un punto de conexión intercultural y un ejemplo de lo que debe ser el movimiento cultural mediterráneo. Comprendo los pueblos alrededor de este mar como lugares de alquimia, de tiempo, de cultura mezclada que no debe perderse. En cuanto a Egipto, puedo decirle que no somos una potencia en lo económico pero sí en lo cultural. Somos un país que gestiona muy bien la cultura y por eso esta apuesta de la Biblioteca de Alejandría es tan importante.

-¿Para ver el mejor arte egipcio antiguo hay que ir a Gran Bretaña?

-Pienso que es algo que está bien, es como tener una gran ventana, un gran escaparate. Vas allí, ves piezas muy buenas y te interesas por Egipto. Nosotros tenemos millones de piezas, muchas de ellas sin desenterrar. Además, Egipto tiene el proyecto de hacer junto a las Pirámides el museo más importante del mundo de arte antiguo. Lo que exhiben allí es casi una miseria.

-¿En qué momento se encuentra el proyecto de un gran museo subacuático en Alejandría?

-Es un proyecto que no está definido. Pero uno de los atractivos es ir a bucear entre las ruinas acuáticas de la antigua ciudad.

-Para algunos eruditos, las Pirámides no dejan de ser un monumento colosal a la esclavitud que no tenían más función que acoger a un muerto. ¿Cómo se ve esto en Egipto?

-No lo creo. Es un símbolo del amor hacia el emperador que después fue un símbolo tras las inundaciones para venerar al Dios. Para nosotros es el símbolo de nuestra historia.