Cultura

'Casablanca' en la memoria

  • El título más mítico de la historia del cine cumple 65 años. Llegó a España cuatro años después de su estreno y para entonces, en 1946, la película dirigida por Michael Curtiz había conseguido tres Oscar

En España se estrenó el 19 de diciembre de 1946, pero su primer pase público tuvo lugar en Nueva York a finales de 1942. Casablanca, probablemente el título más mítico de la historia del cine, ha cumplido 65 años. Basada en una obra teatral que jamás llegó a ponerse en escena, Todos vienen al Café de Rick, la película que dirigió Michael Curtiz y protagonizaron Humphrey Bogart e Ingrid Bergman, es unánimemente considerada como uno de los iconos del siglo XX.

La legendaria película comenzó a tomar forma cuando Stephen Karnot, analista literario de la Warner, leyó la obra de teatro en que se basa y a pesar de calificarla de "tontería sofisticada", dio su visto bueno para la elaboración del guión. Los estudios pagaron 20.000 dólares por los derechos y en mayo de 1942 comenzó un rodaje que duraría hasta agosto y tendría un coste final de casi un millón de dólares. Nada excepcional para la época, aunque sí por encima del costo medio de las producciones de la compañía.

En un principio se pensó en Ronald Reagan y Ann Sheridan para protagonizar el filme, pero por suerte para la historia del cine esta idea se desechó, como también se rechazó las candidaturas de George Raft y Hedy Lamarr antes de contratar a Ingrid Bergman y Humphrey Bogart que abandona en Casablanca su tradicional papel de gánster para convertirse en el prototipo de antihéroe, perdedor, romántico y solitario.

Una decisión, la de unir a Bogart y Bergman, más que acertada a pesar de los pequeños problemas que entrañaba por la diferencia de estatura entre ambos. Él medía 1,60, mientras que ella rozaba el 1,80. Para solucionarlo, Michael Curtiz colocaba ladrillos a modo de plataforma bajo los pies del actor y le sentaba sobre almohadones en las escenas que compartía con la actriz sueca.

Rodada en estudio, salvo una de las primeras escenas en la que se utilizó el pequeño aeropuerto californiano de Van Nuys, Casablanca cuenta la historia de Rick Blaine (Humphrey Bogart) e Ilsa Lund (Ingrid Bergman), dos enamorados separados por la Segunda Guerra Mundial que se reencuentran en el Marruecos controlado por el Gobierno francés de Vichy, títere de los nazis, en el Rick's Café Americain. Ilsa, sentimentalmente unida al famoso líder de la resistencia Victor Laszlo (Paul Henreid), se enfrentará al amor de su vida que, finalmente, le ayuda a escapar de los alemanes junto al resistente.

"Anoche dijimos muchas cosas. Dijiste que yo tenía que pensar por los dos y es lo que he hecho. Si ese avión despega y no estás con él lo lamentarás. Tal vez no ahora. Tal vez ni hoy ni mañana. Pero sí más tarde, toda la vida", le dice Rick a Ilsa en la famosísima secuencia final, justo antes de que Humphrey Bogart le explicase al capitán Renault, encarnado por Claude Rains: "Louis, creo que este es el principio de una gran amistad".

El rodaje fue tan precipitado como caótico, y el guión, que corrió a cargo de los hermanos Julius y Philip Epstein, aún no estaba terminado al comenzar a rodar y se modificaba constantemente. Tanto Bogart como Bergman interpretaron sus personajes sin saber hasta el último momento cuál iba a ser el final de la película. Un final hoy reconocido como de los mejores de la historia del cine.

La música corrió a cargo de Max Steiner y Dooley Wilson dio vida en la pantalla a Sam, el eterno compañero de fatigas de Rick que empuja su piano por el Café y canta la celebérrima As time goes by, una casi desconocida canción de los años treinta. "Tócala, Sam, déjame recordar. Tócala, Sam. Toca El tiempo pasará", pedía Bergman en otra de las inolvidables secuencias.

La película tardó cuatro años en estrenarse en España, pero cuando lo hizo fue censurada y en el doblaje se omitió la referencia a que Rick luchó durante la Guerra Civil en el bando republicano. Para entonces Casablanca ya había cosechado tres Oscar en 1943: Mejor Película, Mejor Dirección y Mejor Guión, pero Bogart se quedó sin el premio al Mejor Actor para el que estaba nominado y que entonces le arrebató Paul Lukas, por Alarma en el Rhin.

¿La mejor película de la historia del cine? Para algunos sí, para la mayoría no, pero para todos un título indispensable que marcó una época y está escrito con letras de oro, tanto en la historia del cine, como en los corazones de millones de espectadores en todo el mundo.

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