Cultura

El Juli corta una oreja por su entrega y Ponce da una vuelta

  • Los toros de Huagraguasi y de Triana deslucen la primera corrida de la feria de Quito

Julián López El Juli y Guillermo Albán cortaron las primeras orejas de la Feria de Quito merced a su entrega con una deslucida corrida de la familia Cobo. El diestro madrileño apenas tuvo opción con el manso segundo, un toro de embestidas descompuestas con el que anduvo perseverante. Paseó la oreja del quinto, al que lanceó animoso y quitó por ceñidas chicuelinas, prólogo de una faena de muleta consistente y sobria, en la que solucionó con inteligentes pausas los problemas del viento y obligó a su reticente enemigo a tomar su muleta en varias series de ligazón y buen trazo.

Enrique Ponce abrió feria con un animal de buena condición pero medido de fortaleza al que lanceó con suavidad y asentó en el piso en una faena con momentos muy estimables que no pudo resultar uniforme por el viento reinante y la debilidad del astado. Su segundo le ofreció menos opciones de éxito pero el de Chiva acertó a diseñar un trasteo inteligente, alargando la embestida de su antagonista en una labor de notable fondo artístico y técnico que le valió para recoger el cariño del público quiteño en una cálida vuelta al ruedo.

Guillermo Albán por su parte se ha desenvuelto con mucho entusiasmo y disposición con un animal que manseó de manera, el tercero, y al que Albán plantó cara con firmeza y entrega en terrenos de tablas hasta lograr la adhesión de sus paisanos. La tardanza del toro en doblar le impidió sumar un trofeo. El violento sexto tampoco se lo puso fácil y el de Guayaquil, a pesar de sus buenos deseos, no logró darle continuidad a su quehacer. Sin embargo, estuvo acertado con el estoque y cortó una oreja que paseó triunfal.

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