La algecireña Yolanda Hidalgo Fernández es una de esas personas cuyo trabajo mantiene la vida comercial del centro de la ciudad. Es propietaria de una tienda de ropa infantil en la calle General Castaños, uno de esos negocios que a base de tesón e imaginación intenta rivalizar con las grandes superficies y con las tiendas de las franquicias más conocidas.

Yolanda regenta Cleta, el nombre de su tienda, desde abril de este año. "Había tenido otra, de regalos, pero la quité. También coincidió que me quedé embarazada. Tenía muchas ganas de volver a abrir un negocio y por eso me decidí", relata la algecireña, que llegó a la ciudad a los tres años, ya que sus padres no eran de aquí.

"Trabajar para mí tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Lo peor es que no hay vacaciones ni sábados, pero a cambio no dependes de nadie", cuenta esta empresaria, que explica que se nota la época navideña en ventas, aunque si el negocio es de ropa no influye tanto. En cualquier caso, recalca, la situación es difícil para tiendas como la suya porque compiten en desventaja, por ejemplo en el tema de la facilidad de aparcamiento en relación con las grandes superficies.