Cultura

Una casa viva para las ideas

  • La Medalla de la Ciudad que el Ayuntamiento espera aprobar mañana para el Ateneo supone un nuevo mérito de la institución · Ronda será la próxima sede provincial

Hablar sobre cultura y pensamiento en Málaga sin pararse en el Ateneo supondría un viaje inútil. Cuando en 1966 se inauguró el primer local de la institución, en la Plaza del Obispo, la experiencia fue tachada de inmediato de sospechosa por el régimen pero buena parte de la plana intelectual española quiso apoyar, y lo hizo, el temeroso parto de la aventura: Severo Ochoa, Julián Marías, Aranguren, Lidia Falcón y otros muchos acudieron para insuflar aire y tomarlo también, ya que oportunidades para oxigenarse no había muchas. En estos más de 40 años, el Ateneo de Málaga ha expandido sus áreas de influencia, se ha convertido en una realidad provincial y, quizá lo más importante, ha realizado un esfuerzo importante para espantar a los elefantes que buscaban el cementerio ofreciendo actividades a públicos más jóvenes. El Ayuntamiento espera aprobar mañana la concesión de la Medalla de Oro de la Ciudad a la institución, lo que se traduce como un nuevo mérito y una nueva oportunidad para valorar y conocer el papel del Ateneo en la sociedad malagueña.

Para el presidente del organismo y teniente fiscal de Málaga, Antonio Morales, el galardón supone "un reconocimiento que nos honra después de tantos años trabajando por la ciudad" y constituye, por derecho, un verdadero "acto de justicia: en todo este tiempo hemos luchado por la instauración de la democracia y sus valores, por los derechos humanos, por el acceso a la cultura y por el desarrollo general de Málaga; hemos participado de manera activa en sus grandes acontecimientos históricos recientes, como la puesta en marcha de la Universidad, del Museo Picasso y del Museo de Bellas Artes, así que este reconocimiento que ahora se nos brinda es, en mi opinión, muy merecido y así lo recibimos".

Los estatutos que el Ateneo de Málaga aprobó en 1966 destacan como objetivo principal de la institución "el fomento de la cultura en todas sus manifestaciones, sin limitación de ámbitos ni de nacionalidades". Desde la sede actual en la calle Compañía, tras el paso por la antigua atalaya de Ramos Marín, el empeño de quienes mantienen viva esta casa se sostiene, esencialmente, en los mismos intereses, aunque los medios son distintos. A las exposiciones, presentaciones de libros, ciclos de proyecciones cinematográficas, conferencias, premios (ya consolidados en sus categorías de poesía, grabado, periodismo, fotografía y ciencia y tecnología), la publicación de la revista Ateneo del Nuevo Siglo (el último número, publicado en diciembre, estaba dedicado a la Guerra Civil y a la huida de la carretera de Almería en 1937) y otras convocatorias, en los últimos años se han sumado nuevas experiencias decisivas. La más importante, por el marco de trabajo e influencia que ha revelado, es la sección Neoateneo, dirigida por Martín Moniche y dedicada a creadores jóvenes con un sentido alternativo de la cultura. A través del ciclo de conciertos Exit, el programa de encuentros con pensadores La caña filosófica, la promoción del arte contemporáneo mediante internet en el proyecto Net.escape y monográficos como el dedicado en 2006 a Pier Paolo Pasolini, el Ateneo ha visto considerablemente reducida la media de edad de sus usuarios. La página web de la entidad, www.ateneomalaga.org, ha pasado de ser una mera hoja informativa a convertirse en un foro de proyectos comunes e intercambio de ideas. Pocos ejemplos de regeneración pueden compararse a éste en lo que corresponde a instituciones culturales.

Otra iniciativa destacada que el Ateneo ha puesto en marcha en los últimos años es la apertura de sedes o extensiones provinciales, que asumen el modelo implantado en la capital para la proyección de realidades culturales de otros municipios. Actualmente existen sedes en Marbella, Torremolinos, Fuengirola, Villanueva del Rosario y Torrox, y próximamente se inaugurará una nueva plaza en Ronda, según anunció ayer Morales. En esta ciudad "existe un movimiento ateneísta importante, que mantiene una actividad destacada y que nos pidió una extensión para organizar su trabajo", apuntó el presidente, quien aseguró que el primer objetivo de esta extensión es "permitir una cohesión social efectiva en toda la provincia mediante la cultura. Este tipo de aportaciones deben entenderse como proyectos de idea y vuelta: nosotros ayudamos a los creadores de distintos puntos de la provincia a exponer lo que hacen y a cambio ganamos una experiencia concreta, recursos que podemos aplicar en cualquier parte". El Ateneo se mueve, en suma, para garantizar que Málaga tendrá algo más que tabernas.

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