Este sanroqueño regenta junto a su hermano David, una joyería en el casco histórico de San Roque, pero no es cualquier establecimiento, lleva abierto 49 años y como se observa en la imagen ellos son artesanos, unos auténticos maestros de la creación de todas las ansiadas joyas, recreando todo cuanto les solicitan los clientes. Y esta afición artística les viene de familia, todo un linaje curtido en el oficio, siendo su padre el auténtico maestro, natural de Salamanca, además de su madre Fuensanta, también proveniente de una familia de joyeros de Zamora.

Entre los trabajos más preciados de estos joyeros está la corona de la Virgen de las Angustias, la de la Virgen de la Amargura, además de la reforma de tronos de Semana Santa. "Podemos tardar un año en hacer una corona como la de la Amargura, es un trabajo a mano", resaltó Miguel.

Además de estas obras, ellos se dedican a la reproducción de piezas y a su reparación, por este motivo trabajan como taller para numerosas joyerías de la comarca, destacando Algeciras, La Línea y Gibraltar. "Mucha gente nos conoce y ya hay pocas joyerías que grabe a mano". Un oficio histórico al servicio de los sanroqueños.