Algunas encuestas publicadas, así como otras que circulan por las sedes de los partidos, coinciden en lo básico: el PSOE de Juan Espadas será el más votado en Sevilla en las elecciones municipales de 2019. No conseguiría mayoría absoluta, ya que lo sitúan en el entorno de los 14 concejales, aunque le queda margen para intentarlo. Pero lo más novedoso es que algunas encuestas sitúan a Ciudadanos en segundo lugar, por delante del PP, si bien otros sondeos estiman lo contrario. En general, se les ve igualados, oscilando entre los 7/8 concejales. Una situación parecida no se recuerda desde los tiempos en que PP y PSOE competían por la Alcaldía con el PA por medio. Los años de Rojas-Marcos con Becerril y el primer Monteseirín.

Siendo de ideologías diferentes, parece que Ciudadanos podría conseguir el antiguo caladero de votos de centro por el que pelearon los andalucistas con populares y socialistas. Unos votos centrados que fueron casi por completo para el PP en 2011, cuando los 20 concejales de Zoido. A pesar del bajón en 2015 (que dejó al PP del ex alcalde con 12 ediles) siguió siendo la lista más votada. Espadas ganó la Alcaldía en los pactos. Por ello, de confirmarse esos pronósticos, estaríamos ante un escenario diferente, con la irrupción de Ciudadanos incluso como alternativa de gobierno, si alcanzara mayoría junto al PP.

En algunos momentos se ha especulado con la opción de que Ciudadanos busque un candidato con más gancho que Javier Millán. Sin embargo, en la mayoría de las encuestas, es aprobado y aparece por delante de Beltrán Pérez, el candidato del PP. Así que Javier Millán se perfila como un candidato solvente. Buscar a otro podría ser arriesgado para Ciudadanos. A su aire, sin la visibilidad mediática de otros, ha ganado espacio con una presencia personal en la ciudad que puede rentabilizar.

¿Y qué haría Ciudadanos si quedan segundos en Sevilla? Esa es la gran incógnita. Hasta ahora han servido de apoyo al PSOE. Si Espadas necesita sus votos para volver a ser alcalde, y Ciudadanos es el primer partido de la oposición, tal vez opten por una abstención, antes que por votar al teórico rival. Pero el escenario posterior quizá sería más inestable que el actual.

Por supuesto, hay otros acuerdos posibles, según los resultados. La disputa de los votos de centro entre tres partidos abre un panorama diferente, que marcará el rumbo municipal en los próximos meses.