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DERBI Sánchez Martínez, árbitro del Betis-Sevilla

La idea de Doctor Romero es buena. Fomentar hábitos saludables para personas con sobrepeso se podría considerar un programa de servicio público sobre salud si lo enfocaran de otra manera. Pero tal y como lo hacen no. Qué manía tiene la televisión de nuestro país de convertir los temas de salud en culebrones (Siempre recordando la excepción de Salud al día en Canal Sur, los únicos que divulgan bien un ámbito tan importante). Por si no han visto el nuevo programa de La 1 (lo emiten los miércoles cerca de las doce de la noche, hora más que merecida), lo que ocurre en cada capítulo es que el doctor Romero recibe a una pareja con problemas de sobrepeso y detrás de cada dúo hay una historia que va más allá de sus malos hábitos a la hora de comer o hacer ejercicio.

Es incuestionable la profesionalidad de Nicolás Romero, de la psicóloga y de la preparadora física del programa. Ojalá cada episodio se centrase más en sus conocimientos y no en una especie de reality que cuenta aspectos de la vida privada de los pacientes que no interesan lo más mínimo. Está bien saber a qué se dedican o qué vinculo les une para entender los consejos que les van a dar pero nada más porque de esa manera el morbo está por encima de todo y se pierde lo verdaderamente importante. Otro de los aspectos que sobra es el de las pulseras. Cuando los pacientes aceptan el reto de someterse a las sesiones del doctor, él les pone una pulsera de color rojo que indica que comienzan el tratamiento. Si mejoran pasan a tener una pulsera amarilla y si consiguen buenos resultados en las pruebas médicas les otorga la verde que simboliza el alta. Este método del semáforo es innecesario. En Doctor Romero se echa de menos la figura de un dietista o nutricionista. Al fin y al cabo si se está hablando de problemas de sobrepeso sería fundamental que aunque Nicolás Romero tenga los conocimientos suficientes, un profesional de esa rama estuviera presente para hacer hincapié en la importancia que tiene visitarlos en un proceso de este tipo.

En programas de televisión siempre tiene que haber un toque mínimo de entretenimiento pero el éxito está en no pasar la pequeña barrera que separa que un programa sea serio y creíble o se convierta en un formato poco serio y Doctor Romero la ha sobrepasado. Una cadena pública como La 1 debería ser más responsable con los temas que tienen que ver con la salud. Ganaríamos todos. Los espectadores por aprender y una cadena que está en decadencia remontaría en credibilidad, que falta le hace.

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