Participa sin participación

Al PP de Beltrán Pérez le ha tocado asumir el entuerto con todas sus consecuencias

Apuntaba el sábado pasado que podría haber sorpresa de última hora con el presupuesto municipal de 2018. Depender de los participantes de la asamblea de Participa Sevilla era muy arriesgado. Ayer los concejales Susana Serrano, Julián Moreno y Cristina Honorato dieron a conocer el resultado de la votación de sus bases, que ha sido negativo. Cuanto peor, mejor, que dice el otro. Esta asamblea de Participa en realidad ha sido poquísimo participativa y deja en mal lugar a ese grupo. Ha sido como unas elecciones a Junta de Gobierno con una sola candidatura, que ya sabes quiénes van a salir. Y aquí sólo han votado unas 200 personas (el 15% de su censo). Tienen pocos hermanos, ni la sexta parte de la Macarena. De ellos, el 75% no quería apoyar las cuentas. En fin, que el 85% no votó. Una participación asombrosa.

Por lo cual, al PP de Beltrán Pérez le ha tocado asumir el entuerto con todas sus consecuencias. Tras valorar algunos detalles que ahí quedaron, como que los empresarios se han mostrado favorables a un acuerdo entre el PSOE, Ciudadanos y el PP. Y que están circulando encuestas, en las que se viene a decir que Sevilla será la única gran ciudad española en la que el PSOE puede seguir gobernando a partir de 2019, con Juan Espadas, que aplica la regla de los buenos árbitros: no llamar la atención. A lo que se añade que intenta contentar a unos y a otros, a cada cual en su momento. Así que lo lleva encauzado.

La decisión de Participa Sevilla, que ha comprometido de rebote al PP, tendrá consecuencias para Participa y para Sevilla. Para Participa porque ha quedado muy claro que su participación no sirve para nada, se han situado como un cero a la izquierda y para colmo no han participado ni sus propios participantes, siendo la participación la esencia de su razón social. Por lo cual les queda el duro trabajo de participar para elaborar las próximas listas podemitas, sabiendo que se han lucido.

Para el futuro queda muy claro, con esa decisión de Participa, que ya sólo se juega a tres bandas. Si fueran de cornetas y tambores, significaría que una va a ir delante de la cruz de guía, tocando para abrir camino, pero sin lucimiento porque no hay pasos ni misterios. La cuestión es: ser útil o ser inútil. En Ciudadanos, por ejemplo, Javier Millán no tiene dudas: siempre elige la utilidad. Y eso lo saben unos y otros. Por consiguiente, hay que tener cuidado, ya que se está rifando un jaque mate.

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