Análisis

helena arriaza

Precipitar Eurovisión

Que alguien vaya en contra de su voluntad puede provocar que no esté a la altura

Se veía venir. El anuncio de que nuestro representante en el próximo Festival de Eurovisión sería uno de los concursantes de Operación Triunfo era cuestión de tiempo. En cada gala se han hecho guiños al Festival a través de canciones y con invitados que han participado en el concurso en anteriores ediciones. Esta decisión es un arma de doble filo para RTVE. Con el éxito que está teniendo el regreso de OT había que alargar de alguna manera la edición. Con el proceso de selección del representante eurovisivo La 1 se asegura emitir alguna gala más del programa y cuando finalice el concurso a los seguidores nos quedará el consuelo de que no ha terminado del todo. Es evidente que no tendrá el mismo impacto que cuando Rosa fue a Eurovisión. Acercarse a esos datos de audiencia y a esa atracción por el Festival es imposible. Pero seguro que el hecho de que vaya uno de los participantes del talent a representarnos en Lisboa hace que además de los eurofans, algunos seguidores del formato vuelvan a ver esta cita musical europea.

Hasta ahí todo bien pero, ¿están realmente preparados los concursantes de esta edición de Operación Triunfo para enfrentarse a un escenario como el de Eurovisión a los pocos meses de salir de la academia?, ¿quieren los triunfitos ir al Festival?, ¿significará un paso atrás en su carrera musical? La decisión de elegir a uno de los concursantes para esta responsabilidad es algo precipitada. Todavía falta la mitad de concurso y hay algunos a los que les queda mucho que aprender, sobre todo a la hora de subirse a un escenario. Cada vez que han recibido la visita de artistas como Pastora Soler, Ruth Lorenzo, Manel Navarro o Barei, cantantes que han participado en Eurovisión, y les han preguntado si les gustaría ir al Festival, algunos han manifestado que no. Además los invitados han hecho hincapié en el trabajo duro que hay que hacer e incluso alguno ha asegurado que no repetiría. Que alguien vaya en contra de su voluntad o con más presión de la necesaria puede provocar que la actuación no esté a la altura y que el cantante vea mermada su autoestima sin necesidad. De momento hay que esperar para saber si la elección del representante será entre los tres finalistas de OT o entre todos los participantes, si solo irá uno o hay posibilidad de que vayan más, y si el compositor de la canción lo elegirá RTVE de forma categórica o será un proceso abierto. Cantantes como Blas Cantó o Mirela, que seguro que representarían a España de forma digna en el Festival, de momento tendrán que esperar.

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