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Análisis

Carmen Pérez

Rentabilidad y deuda de las empresas españolas

A cuáles se parecen más nuestras empresas, a las de los países de Europa Central, como Alemania o Austria, o a las de los países Periféricos, también llamados de forma más peyorativa, PIGS (Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España)? El Banco de España publicó recientemente un análisis de la evolución de las compañías españolas en el periodo 2005-2015, comparándolas con las de estos dos grupos de países. De los muchos indicadores que se analizan, dos son especialmente relevantes: la rentabilidad de activo y el ratio de endeudamiento.

Pues bien, la rentabilidad de las empresas españolas en 2005 era igual a la de las empresas de los países del centro de Europa (6,5%). Diez años después, éstas últimas prácticamente han recuperado ese nivel, pero las nuestras no lo han conseguido todavía y su rentabilidad sólo alcanza el 4,5%. Respecto a las empresas de los países periféricos, la rentabilidad de las nuestras era superior hasta 2011, manteniéndose desde entonces en porcentajes cercanos hasta 2014, año en el que vuelven a despegarse con fuerza y a aproximarse de nuevo a las empresas del núcleo central. Y esta tendencia se confirma con las previsiones de cierre de 2016.

Pero estos datos para el total de empresas esconde un desigual comportamiento entre las pymes y las grandes empresas. Así, las pymes españolas siempre han generado una rentabilidad similar a la de los países periféricos, incluso algo por debajo durante los años más duros de la crisis. La brecha con las pymes de los países centrales es de más del 2%, y llegó a ampliarse hasta casi un 5% en 2012.

Sin embargo, la rentabilidad de las grandes empresas españolas es la que hace que la media del total de empresas se acerque a la de los países de Europa Central. En 2005, la rentabilidad de nuestras grandes empresas era incluso más alta (7,7% frente al 6,7% y el 5% de los otros dos grupos), y aunque sufrieron un deterioro importante y continuado durante la crisis que las distanció, desde 2014 la tendencia es a volver a igualarse. De hecho, las del sector industrial ya lo han conseguido.

En cuanto a la deuda, los resultados son muy distintos. Todas las pymes europeas han ido reduciendo el ratio de endeudamiento progresivamente desde 2005; las españolas, hasta situarse en un 50%, un 7% menor que diez años antes. Esta tendencia descendente prosigue en 2016. Además, comparativamente, las nuestras se han mantenido siempre un 10% por debajo de los niveles observados en las pymes de los otros dos grupos de países. En cuanto a las grandes empresas, el endeudamiento de las españolas se ha reducido más de un 6%, hasta situarse en 2015 en el 60%, convergiendo con los niveles de los países de la Europa central, y distanciándose del 65% de endeudamiento de las de los países periféricos.

En definitiva, nuestras pymes se parecen a las de los países del grupo en el que suelen incluirnos, y es posible que su menor acceso a la financiación ajena sea un factor limitante para mejorar su rentabilidad. Nuestras grandes empresas, sin embargo, son similares -crisis aparte- a las de los países de Europa Central, tanto en generación de beneficio como en niveles de deuda.

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