La Bolsa española cayó ayer el 0,31% y puso en peligro los 10.900 puntos, en una jornada en la que se vio lastrada por las pérdidas que registraron las energéticas y la banca, aunque logró cerrar la semana en verde, con un aumento del 0,63%.

El Íbex 35 se dejó ayer 33,50 puntos, ese 0,31%, hasta los 10.904,20 puntos, con lo que las ganancias en mayo se reducen al 1,76% y las del año, al 16,60%.

Salvo Londres, que avanzó el 0,40%, el resto de plazas europeas se tiñeron de rojo: Milán perdió el 0,38%; Fráncfort, el 0,16%, y París, el 0,01%. En los mercados asiáticos dominó la tendencia negativa, con una caída del 0,64% en Tokio, afectada por la apreciación del yen; y del 0,15% en el CSI 300, que agrupa las mayores empresas de Shanghái y Shenzhen; Hong Kong, empero, cerró casi plano, con una leve subida del 0,03%.

Entre los pesos pesados del selectivo, Iberdrola y Repsol, con pérdidas del 0,81% y el 0,79%, respectivamente, fueron las que registraron mayores descensos; seguidas del BBVA, que se dejó el 0,37%; Santander, el 0,31% y Telefónica, el 0,05%; mientras que Inditex ganó el 0,82%. Dentro del Íbex 35, Ferrovial lideró las ganancias con una subida del 1,56%, y Amadeus, con una caída del 4,04%, fue el más bajista. En el mercado continuo, Duro Felguera y el Grupo Prisa fueron los valores más alcistas, con avances del 6,98% y el 5,05%, respectivamente, en tanto que Gam ha sido el que más se ha dejado, el 8,33%, superior al 5,28% de Ezentis.

Tras caer ayer casi un 5%, el barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, se abarató ayer hasta los 51,62 dólares. El euro cotizó a 1,116 dólares y la prima de riesgo estaba en 121 puntos básicos al cierre de la Bolsa española, que negoció más de 1.900 millones.