FERIA Toros en Sevilla hoy en directo | Morante, Castella y Rufo en la Maestranza

La empresa Bluesun, fabricante de Ariel y Ambi Pur, ha trasladado su sede a Alcalá de Guadaíra desde Mataró, según se publicó la semana pasada. ¿Vendrá una avalancha? Pocos días después del traslado de sedes de La Caixa y el Banco de Sabadell, el alcalde Espadas participó en un Foro Joly. A pesar de que se refirió a varios proyectos de los de toda la vida (como la línea 3 del Metro), la gente asistente le preguntó sobre todo por el traslado de empresas a Sevilla. Esto es, por el no traslado. ¿Por qué se han mudado tantas empresas a Madrid, que es la ciudad rival de Barcelona, y a Valencia, pero no vienen a Sevilla? Oigan, ya no estamos en los años de después de la peste.

Se ha apuntado que Madrid y Valencia están más cerca de Barcelona, y por extensión de la zona europea que desde allí se abarca. Sin embargo, es injusto restar peso político y económico a Sevilla. Se está hablando de la todavía cuarta ciudad de España en población. Se está hablando de la capital del sur de Europa, cercana a África (el continente que odia Trump), sin olvidarnos de los vínculos con América, que ahora se quieren recuperar en las Atarazanas. Es decir, que Sevilla tiene unas cartas para apostar por trincar empresas. La sede de Heineken en España sigue aquí, con importantes proyectos. También la de Abengoa, aunque con menos personal.

El alcalde Espadas, cuando le preguntaron, vino a decir que Sevilla se estaba reservando para la segunda oleada de traslados. Como un pitoniso de las finanzas, ya debió ver en su ficticia bolita de cristal lo que sucedería. Cataluña, después de las elecciones, inspira tan poca confianza económica como antes de votar. El ministro Luis de Guindos dice que el coste del procés se estima alrededor de los 1.000 millones de euros. Esos 1.000 millones del procés, salvando las diferencias, son como el millón de peregrinos del Rocío, que se calculan chispa arriba o chispa abajo, pueden ser algunos más o menos. Pero todo el mundo hace lo posible para que siga la fuga de empresas, de modo que puede haber segunda oleada, e incluso tercera.

Por falta de edificios no quedará. En Sevilla hay una oferta excepcional por todas partes. Esperamos que los traslados no se limiten a los que ya sabemos. Ojalá tengamos una avalancha de empresas en los próximos meses; sin contentarnos con que vengan cuatro o cinco empresarios de postín, para disimular, e ir gratis a los toros en las mejores tardes de Feria.

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