La Bolsa española cayó ayer un 0,74% y se alejó de los 10.700 puntos que trató de mantener durante la semana, lastrada por las pérdidas que registró el sector financiero.

El principal indicador nacional, el Íbex 35, cedió 79,10 unidades, ese 0,74%, hasta los 10.630,80 puntos, con lo que cierra su segunda semana consecutiva en rojo con unas pérdidas del 1,20%, y reduce el acumulado de 2017 al 13,67%. Con la caída de ayer, la Bolsa española encadenó cuatro sesiones consecutiva a la baja. Igualmente, los mercados europeos se tineron de rojo, Fráncfort se dejó el 0,47%; Milán, el 0,46%; París, el 0,30% y Londres, el 0,20%.

El selectivo españo abrió a la baja y perdión pronto la barreta de los 10.700, pese a que los mercados asiáticos cerraron en verde, con un avance del 0,91% en el CSI, que agrupa las 300 mayores empresas de Shanghái y Shenzhen, y del 0,11% en Tokio. Hong Kong cerró plana, ante la preocupación de los inversores por la decisión de Morgan Stanley Capital International (MSCI) de incluir a las bolsas chinas de Shanghái y Shenzhen en su índice de mercados emergentes.

El Banco Sabadell fue el farolillo rojo del Íbex al ceder el 2,18%, seguido de CaixaBank, que se dejó el 1,97%; Bankia y Bankinter también retrocedieron el 0,87% y el 0,49%, respectivamente.

Dentro del selectivo, todas las compañías más capitalizadas se anotaron pérdidas, lideradas por el Santander que cayó el 1,04%; BBVA, el 1,01%; Iberdrola, el 0,83%; Inditex, el 0,60%; Repsol, el 0,44% y Telefónica, el 0,20%. Por su parte, Acerinox e Indra fueron los valores más alcistas del Íbex 35 con avances del 1,22% y el 1,08%, respectivamente.