Análisis

Juan Ruesga Navarro

Sevilla en fiestas

"La primavera y su explosión de vida se ha contenido este año, un poco tímida"

Un breve pregón. Sevilla en fiestas. Sevilla en Abril. La primavera y su explosión de vida se ha contenido este año, un poco tímida, pero ya está aquí y disfrutaremos como cada año de una ciudad florecida. Con azahar en los naranjos, con arrayanes apretados, generosos al pellizco de sus hojas y racimos de azules glicinias en las pérgolas del río y en los Jardines de Murillo. Con clavellinas en balcones y azoteas. Y con todos sus aromas. No son tópicos, son certezas. Y también bellas metáforas. Con todo motivo los poetas andaluces lo cantaron. Abril florecía / frente a mi ventana, escribió Antonio Machado. Mi espíritu se ensancha en estas mañanas abrileñas, y se llena de sensaciones que hoy toca decir en voz alta y pregonar. Porque en el "Abril gracioso, Abril de espuma y nata," que nos cantaba Manuel Machado, el duende de una ciudad para la fiesta vive entre nosotros. Y hoy me dispongo a lanzar mi breve pregón en abril. Hacer público, algo que quiero que todos sepan. Hoy siento, con Juan de Mairena, "pertenecer a ese grupo de sevillanos que ama su ciudad porque ama el mundo y su complejidad".

Y tomo prestado el nombre para este escrito del gran cuadro del pintor Gustavo Bacarisas que se conserva en el Museo de Bellas Artes. Un cuadro colorista y bien construido como todas la obras del pintor gibraltareño afincado en Sevilla a principios del siglo XX, después de completar una sólida formación académica y ser reconocido allí donde exponía su obra. Su Sevilla en fiestas es una genial transposición del tema clásico de las tres gracias a nuestra ciudad. Tres bellas mujeres, con blancas mantillas, flores y mantones se dirigen con paso decidido y hermosa sonrisa a la fiesta. En la penumbra lateral del cuadro, una figura masculina con zahones y sombrero de ala ancha nos da las claves que nos faltan.

Pero la Sevilla en fiestas de este abril en la que yo pienso, no es solamente la de la Feria, que Bacarisas ayudó a formalizar, con ser mucho o todo para algunos. Afortunadamente es más. Como la Exhibición de Enganches en la Plaza de Toros de la Real Maestranza que organiza el Real Club de Enganches de Andalucía y que ya es una más de las fiestas que se celebran en primavera en Sevilla. Por cierto, ¿han visto el cartel que anuncia la exhibición? Me parece un buen cartel. Llama desde la pared, nos atrae con su rojo intenso y nos cuenta con la airosa figura de un caballo tordo enganchado a la inglesa, que esta será la edición número treinta y tres. Con mucho menos se ha inscrito en Sevilla una tradición secular.

Y además en abril tendremos las celebraciones de Murillo, fallecido un 3 de abril, como las que nos acerca el Festival de Música Antigua con la Orquesta Barroca, ¡que vivan para siempre!, hasta las singulares exposiciones del Museo de Bellas Artes y del Hospital de la Caridad con los restaurados cuadros de las obras de Misericordia. Una mención a la labor del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico que pronto cumplirá treinta años. Y más exposiciones y una docena de salas teatrales en continua programación. Sevilla se abre a la fiesta.

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