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Análisis

Juan Ruesga Navarro

¿Por qué gusta la Plaza de España?

El edificio es tan eficaz en la sensación envolvente como la Plaza de San Pedro

La Plaza de España ha estado hace unos días en páginas de periódicos y revistas, noticias de informativos y en redes sociales, al ser elegido como el lugar con mayor interés turístico de España, según los usuarios de un importante portal de viajes. Donde figura además como el segundo lugar del mundo, detrás de los templos de Angkor Wat en Camboya. Sevilla como ciudad aparece así destacada en esos listados porque además de la obra de Aníbal González, figuran la Catedral y el Alcázar. Antes que las redes turísticas, el cine había descubierto la fascinación y singularidad de la Plaza de España en películas como Lawrence de Arabia y Star Wars. Y durante generaciones los sevillanos hemos celebrado todo tipo de acontecimientos en el edificio. Coronaciones de imágenes, entrega de diplomas, concursos hípicos, presentaciones comerciales, desfiles de moda, etcétera. Y en las últimas décadas es el marco buscado por numerosas parejas recién casadas para recordar ese día.

¿Por qué gusta la Plaza de España? En mi opinión y principalmente porque es un edificio único, un inmenso hemiciclo en el que se integran a la perfección la edificación que abraza y el espacio abrazado y queda rematado por las dos torres que la enmarcan. Más rotunda que la Plaza del Plebiscito de Nápoles o el Hofburg vienés. Tan eficaz en la sensación envolvente como la Plaza de San Pedro de Roma, y con la fuerza de responder a una única voluntad arquitectónica. Y porque la forma cóncava del edificio remata el recinto del Parque de María Luisa, orientando el eje principal hacia el río. Un único gesto. Un único edificio. Un único estilo y material de construcción: el ladrillo. Y el visitante, que se sorprende de su gran escala en un primer momento, al acercarse se encuentra en un amable recorrido de materiales (cerámica, forja, mármoles), de detalles decorativos, de datos de historia y geografía de España, de información y lectura en sus anaqueles de cada banco provincial. Un edificio tan atractivo de día como de noche.

¿Por qué tiene ese tirón popular? Desde los primeros bocetos, Aníbal González piensa en un tercer elemento del edificio, que finalmente se convierte en esencial: la ría. Que separa la edificación y sus paseos alto y bajo de la explanada central, a la vez que la une por ocho puentes. Y es el lugar de un atractivo paseo de la población en unas pequeñas barcas. De hecho, se excava y llena de agua en las primeras etapas de la construcción. Existen imágenes de sevillanos en las primeras barquitas, con los edificios de ladrillo aplantillado en construcción, como prueba del enamoramiento hacia el edificio. Por algo es el monumento más veces utilizado como referencia e inspiración de las portadas de la Feria de Abril. Porque fue el recinto soñado para la inauguración de la Exposición del 29 y el mejor lugar para mostrar en 1989 que la Expo de 1992 era ya una realidad y para resaltar la voluntad de los organizadores de contar a los sevillanos que ante ellos había una oportunidad. Y los sevillanos mostraron una vez más su generosidad y su amor a la Plaza de España.

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