Análisis

dolores López (Secretaria general del PP Andaluz)

La herencia de Zapatero, la sumisión de Díaz

Andalucía tiene un problema con las herencias de la presidenta de la Junta. No me refiero al impuesto de sucesiones y donaciones, el que "hereda" Susana Díaz, vía impuestos, de una forma tan injusta como desproporcionada. Hoy quiero reflexionar sobre otra herencia, la que dejó el modelo de financiación autonómica del ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero y que lesionó los intereses andaluces de forma, igualmente, injusta y desproporcionada.

El modelo de Zapatero renunció a la multilateralidad y se hizo a la medida de Esquerra Republicana, con el aplauso entusiasta del entonces Gobierno andaluz. Para que ganara ERC, alguien tenía que perder. Y una vez más, con los socialistas en el poder, a Andalucía le tocó perder. Conviene hoy recordar el ayer para que el futuro no nos coja desprevenidos. Hay algo que el PSOE en Andalucía hereda en la Presidencia de la Junta, que ocupa desde hace casi 40 años: la sumisión al Gobierno central si es socialista y la confrontación si es del PP. No importa la medida en sí misma. Lo que importa, desde esa perspectiva perversa, es el partido que la promueve, siendo siempre el PP, sí o sí, el partido que maltrata; y el PSOE el que, por definición, beneficia.

Pero no es eso. Las políticas son buenas o malas en función de sus resultados, no del partido que las pone en marcha. El modelo de financiación autonómica del PSOE, el vigente aún, fue malo para Andalucía desde el primer momento, cuando el socialismo andaluz se lo tragó sin rechistar, lo justificó e incluso lo aplaudió. Y no ahora cuando, en un ejercicio de cinismo realmente espectacular, el Gobierno de la señora Díaz clama contra el "maltrato" del Ejecutivo central del PP hacia Andalucía. La memoria socialista en Andalucía tiene zonas oscuras cuando se trata de recordar los efectos negativos de la herencia autonómica de Zapatero, la que convirtió a Andalucía en la pagana de los acuerdos con ERC. Y es muy flaca en el recuerdo de la inmediatez: sin el auxilio constante y perseverante de las políticas de Rajoy, el azote de la crisis económica hubiera llevado a la Junta de Andalucía a la quiebra total. Blanco y en botella: Zapatero discriminó a los andaluces y Rajoy nunca nos abandonó a nuestra suerte. Ésa es la verdad contrastable, como prueba que hasta la señora Díaz clame hoy por un modelo de financiación autonómico más justo para Andalucía.

En un estudio para evaluar el sistema de financiación autonómica realizado por la prestigiosa Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) se demuestra que el sistema de financiación de 2001 aprobado en la etapa de Aznar supuso una mejor financiación para Andalucía que el que lo sustituyó en 2009, aprobado por Zapatero. Pero, es más, ese mismo estudio de Fedea ha demostrado que el modelo vigente hoy, el de 2009, proporcionó una financiación menor a Andalucía hasta 2011, aplicado por Zapatero, que cuando lo aplicó Rajoy, a partir de 2012.

El problema de Andalucía no es el PP. Al contrario, el PP es la solución, que llegará con el aire fresco, moderno y comprometido de Juanma Moreno en la Presidencia de la Junta. El problema inmediato de Andalucía es el PSOE del señor Sánchez y la señora Díaz, que promueven, uno por acción y la otra por sumisión, un Estado asimétrico, con autonomías privilegiadas, como en la etapa de Zapatero, y con Andalucía de pagana obediente. Pero hoy como ayer, el PP andaluz alzará su voz por un Estado de las autonomías donde la igualdad en derechos y deberes se imponga a los egoísmos territoriales y a las ambiciones personales y partidarias. Andalucía no puede volver a permitirse un modelo de financiación como el que los socialistas aprobaron en 2009.

Creer en Andalucía es hoy, como ayer, un ejercicio de promoción de la igualdad. Ni más ni menos de lo que merecemos por nuestra población, extensión territorial y concepción de España como una nación integradora de todos y cada uno de sus territorios, algo que la señora Díaz hoy no puede sostener sin que crujan las costuras del socialismo del señor Sánchez y de la memoria del PSOE andaluz, que ayer bendijo lo que hoy maldice. Con tal de atacar al PP, la señora Díaz es capaz hasta de negarse a sí misma. Conviene recordar de dónde vienen estos polvos (los de Zapatero) para frenar los lodos que aparecen en el horizonte (los de Sánchez-Díaz) con el cortafuegos de un nuevo proyecto político para nuestra tierra, tan abierto a Andalucía como al conjunto de España y que sólo el PP Andaluz de Juanma Moreno puede hacer realidad.

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