Andalucía devaluada

Los dos primeros espadas de la política regional no deberían batirse en duelo en Bruselas. Causa mala impresión

La imagen de Andalucía está muy devaluada en España ahora mismo. Lo sostiene un veterano y pragmático político, que ya no está en primera fila. Añado que desde dentro se contribuye bastante a que así sea. El ejemplo de esta semana: la pugna del jefe del Partido Popular andaluz por robar protagonismo a una visita oficial de la presidenta de la Junta a Bruselas. En los estereotipos españoles, los andaluces encabezan la clasificación de graciosos, copleros o perezosos. Herencia recibida, un cliché. No hace tanto que don Jordi, el Padrino de la Famiglia independentista catalana, escribió que el andaluz vive desde hace cientos de años en estado de miseria cultural, mental y espiritual, y es la muestra de menor valor social y espiritual de toda España.

Pero no todo el menosprecio a la imagen de Andalucía viene de fuera ni de antiguo. Sin ir más lejos, Canal Sur es un espejo interno que nos muestra una Andalucía mayormente chistosa o coplera. Escasamente moderna; falsa. Y luego está la deslealtad institucional, que lleva a episodios como los que protagonizaron esta semana en Bruselas los dos políticos más votados en las últimas elecciones regionales. Es saludable que ambos vayan. Se aprende mucho en estas visitas; se intercambia información valiosa. La UE es un club de intereses, en donde nadie regala nada, ni siquiera una cita de compromiso. Lo de negociar y desbloquear, palabras con las que se ha adornado Moreno, es mucho pedir a reuniones de cortesía para conocimiento personal o institucional. Resulta difícil creer que la coincidencia sea casual. Más bien parece que el dirigente popular ha hecho un marcaje a su rival. (En televisión lo llaman contraprogramar). Flaco favor a sí mismo y a la imagen regional.

Es curioso que ambos se hayan visto con dirigentes de su familia política. Díaz sólo tuvo interlocutores socialdemócratas: los comisarios Mogherini (Política Exterior), Moscovici (Asuntos Económicos) y Cretu (Política Regional) o los parlamentarios Schulz (presidente saliente) y Pittella (jefe del Grupo Socialista). Y a Moreno también le montaron un programa monocolor con comisarios vinculados al Partido Popular Europeo: Katainen (Crecimiento e inversión), Arias Cañete (Clima y Energía) o Thyssen (Empleo). Los dos primeros espadas de la política regional no deberían batirse en duelo lejos de casa. Causa mala impresión. No sería muy difícil organizar estas visitas por turno y en orden. Lo demás contribuye a devaluar la imagen de Andalucía.

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