la esquina

José Aguilar

Arenas no debate si va ganando

MI obligación es debatir y lo haré en las condiciones que sea y donde sea". Quien hablaba así en marzo de 2008 no era Zaratustra, sino Arenas. En marzo de 2012 no acepta debatir donde sea y en las condiciones que sea. ¡Qué malvadas son las hemerotecas!

Lo único que ha cambiado es que hace cuatro años Javier Arenas partía rezagado en la carrera frente a Manuel Chaves y un debate cara a cara sólo podía favorecerle, mientras que hoy por hoy, enfrentado a Pepe Griñán, ya es muy favorito en las encuestas y un debate sólo podría perjudicarle. Al menos, eso piensa él.

Sin razones de peso, en mi opinión. Es un buen orador y un excelente dialéctico, como ha demostrado en las tropecientas mil veces que ha debatido con Chaves y con Griñán en el Parlamento de Andalucía. Casi todos los elementos que deciden el sentido del voto de los andaluces los tiene a su favor. Su argumento de que Canal Sur TV ha sido condenado por la Junta Electoral por la lamentable y condenable ocurrencia de convocar a una manifestación no autorizada ante la sede del PP andaluz no se sostiene. Aparte de que ya no habla de "donde sea" ni "en las condiciones que sea", como proclamó en 2008, todo debate de candidatos en cualquier televisión viene precedido de una negociación exhaustiva entre los partidos implicados. Se pacta todo: temas a discutir, orden de las intervenciones, tiempos asignados, tiros de cámara, decorados y hasta altura de las sillas. La única posibilidad de manipulación contra Arenas sería que en medio del debate apareciera en pantalla el director general de Canal Sur con una pancarta pidiendo el voto para Griñán. Sinceramente, no creo que vaya a producirse este suceso.

Y su alternativa de que sea TVE la que emita el debate en directo por garantizar la neutralidad exigible es un pretexto. Si TVE es tan neutral, ¿por qué Rajoy se resistió tanto a utilizarla en las elecciones generales para debatir con Rubalcaba y exigió que la organización corriera a cargo de la Academia de Televisión de Manolo Campo Vidal? La explicación es sencilla: porque Rajoy se sabía ganador y no necesitaba para nada debatir. La misma que ahora se aplica al empecinamiento de Arenas contra Canal Sur.

Si nuestra democracia tuviera más solera y su cultura estuviera más interiorizada por los agentes políticos este tema de los debates entre candidatos ni se produciría. Ningún partido condicionaría su celebración ni sería partidario o contrario en función de que gobierne o esté en la oposición ni de que los sondeos le coloquen bien o mal. Lo que Arenas olvida ahora, y otros en otras ocasiones, es que el debate es un derecho de los ciudadanos, no una concesión graciable. Una obligación, sí, "en las condiciones que sea y donde sea". Ya lo dijo Arenas.

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