LA Defensora del Espectador ha renovado su periodo de actuación durante tres años más. Hasta 2014. Lo que significa que con independencia de los resultados de las próximas elecciones generales de 2012, Elena Sánchez Caballero seguirá en el cargo. Con su forma de hacer. Con su forma de vigilar y de denunciar todo lo que se cuece en el seno de la televisión y la radio públicas.

A veces parece que no somos conscientes del paso de gigante que ha experimentado la empresa pública. Por eso no está de más recordarlo. Basta mirar hacia atrás, comparar lo que ahora es, lo que ahora ofrece, con lo que era y lo que ofrecía hace no tanto tiempo para constatar cómo ha cambiado, para bien. De lo que se deduce que de las decisiones adoptadas por el presidente Rodríguez Zapatero se podrán decir muchas cosas. Pero en lo referente a la puesta al día de la televisión y la radio públicas, el balance siempre tendrá que ser positivo. TVE se articula en torno a dos pilares: unos servicios informativos que son la joya de la corona, y una programación basada en el entretenimiento digno. El salto de gigante que han dado los informativos durante las dos últimas legislaturas no tiene parangón. La oferta de entretenimiento, aunque aquí haya opiniones para todos los gustos, también es sensata.

De todos modos, sería interesante conocer el gasto desglosado por partidas. Es decir, de los 1.200 millones anuales de presupuesto, cuántos se dedican a gastos para mantener los informativos, cuántos a sostener la ficción, cuántos a transmisiones deportivas (separando por un lado lo que cuestan los derechos de antena y por otro lo que se lleva el dispositivo técnico y humano), y cuántos a mantener los programas culturales. Sin duda, sería muy clarificador.

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