La ciudad y los días

carlos / colón

¿Dónde está?

SE preguntan muchos, con razón, dónde está el Gobierno. Y sobre todo dónde está el presidente del Gobierno. Parece que el hombre está exagerando la estrategia gallega del dejarlo pasar, y la actitud del Don Tancredo que con su inmovilidad y su silencio evitaba las embestidas del toro. Pero hay otra pregunta que cada vez se hacen más ciudadanos: ¿dónde está el PSOE? La pregunta por el Gobierno tiene que ver con sus problemas de comunicación, sus políticas y la reticencia de su presidente a comparecer. La pregunta por el PSOE, en cambio, tiene más que ver con lo que dicen, contradiciéndose o haciendo el ridículo, sus líderes y sus facciones que con lo que callan; tiene que ver con la esencia misma del partido, su sustancia ideológica y su posición ante temas de extrema gravedad.

¿Dónde está el PSOE? ¿En la posición de partido con sentido del estado que tuvo durante los mandatos de González -con todos los errores que se quiera- o en la posición poszapatera de un partido roto por las contradicciones? ¿Está por la unidad, ya sea autonómica o federal, de España o por la independencia de Cataluña que piden los socialistas catalanes? ¿Está por la monarquía parlamentaria y la actual Constitución o por la III República que piden las Juventudes Socialistas y la reforma constitucional para un "tiempo nuevo" que pide Óscar López?

¿Está por las buenas relaciones entre el Gobierno y la Casa Real que se dieron bajo el mandato de González y hasta el de Zapatero -mejores y más fluidas que las mantenidas por el de Aznar- o por la abdicación del Rey que pide el primer secretario de los socialistas catalanes, enfrentándose a la dirección nacional del PSOE? ¿Está por la moderna socialdemocracia que el PSOE adoptó desde Suresnes o por la demagogia baratera de Valenciano y la amnésica del Rubalcaba que proclama "yo no voy a esquiar a Alaska, no juego al golf gratis total en el Club de Campo y no paseo en yates con indeseables"? Al hablar de yates, escándalos y lujos parece haber olvidado los años de la jet set, Ibercorp, las guerras intestinas entre guerristas y la beautiful people socialista, las travesías presidenciales en yates de amigos que ocupaban altos cargos durante los años de la Expo, el marbelleo el vistahermoseo de los ministros.

En el peor momento los dos partidos que sustentan el bipartidismo de hecho que articula nuestra vida política parecen empeñados en dar a los antisistema la razón que no tienen.

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