LESIONADO Messi y a pesar de su medio año tan brillante y con algún título que otro para Can Barça, la carrera hacia el Balón de Oro se limita a un duelo entre dos. No serán sólo Cristiano y Ribery los que corran hacia la meta, pero sí que son los que parten de favoritos para recibir de manos de Joseph Blatter tan preciado galardón. De Aljubarrota acá, ningún portugués recibió la cantidad de apoyos que está recibiendo el astro madridista.

La lesión de Messi hace que la campaña en pro del trofeo para Cristiano se haya convertido en desaforada. No se desperdicia ni un solo resquicio mediático para meter la cuña publicitando al gran depredador madridista. Sus goles, que llegan en auténticas avalanchas, son voceados de tal manera que hasta parecen más. Con ser complicado que aumente lo que de por sí es tremendo, las voces mediáticas consiguen que el factor multiplicador lleve las cifras a lo estratosférico.

De siempre fui poco receptivo al trofeo individual cuando el fútbol, no se olvide nunca, es un deporte de equipo. Messi lo ha conquistado cuatro años consecutivos y siempre con Cristiano a rebufo; a rebufo y refunfuñando. Pero es que Messi añadía a su excelencia individual la contribución a que en Can Barça no quedase sitio literal para la plata que iba entrando. Y eso, guardando las distancias con el argentino, es lo que avala a Ribery para que el Balón vaya a su casa de Múnich.

Descomunales los números de Cristiano de cara al marco contrario, pero es que el Madrid ha ganado el Teresa Herrera y no sé si algún bolo más. El francés, en cambio, ha logrado todo lo ganable en el Bayern y con un gran lucimiento personal. ¿Quién se hará con el codiciado trofeo? Cristiano lleva una fuerza mediática detrás infinitamente mayor que la que arropa a Ribery, pero el fútbol es una suma de once voluntades y más cosas que ha ganado el francés con el Bayern...