Tras el repaso que el Barça le dio al Madrid hace unos días en Miami llega el turno de revancha para los de Zidane. Entonces fue el Barça con Neymar frente al Madrid sin Cristiano, pero hoy no será así, pues el paulista se fue al calor de los petrodólares y el portugués ya se postula como claro peligro para la tropa blaugrana. Sin duda, las fuerzas se han igualado sustancialmente desde aquella calurosa tarde junto a los manglares.

Cita grande en el Camp Nou entre un Barça que se ve con el paso cambiado tras el estado de shock que le ha ocasionado la fuga de uno de sus pilares. Es lo que suele ocurrirles a todos los que ven como ley natural coger el juguete ajeno sin pensar que a él pueden hacerle lo mismo. Y así, con un palmo de nariz, se ha quedado el Barça tras ver cómo otro club ha sido capaz de hacer lo mismo que él hizo en su momento, hace cuando quiere y, me imagino, seguirá haciendo en el futuro.

Pero yendo al meollo de cuanto se anuncia para las diez en todos los relojes de la noche barcelonesa, creo que lo de Miami no tiene cara de repetirse. Aquella tarde evitó Keylor un marcador sonrojante con Neymar de concertino de una orquesta que sonaba a gloria. El Madrid andaba en pleno rodaje y, viendo cómo apisonó al United en Macedonia, la cosa pinta muy diferente esta noche. Contará, además, con Cristiano y el luso anda con más chance que nunca para otro Balón de Oro.

Todo esto no quiere decir que el Madrid esté al borde de la conquista de un nuevo título, pero lo veo con la autoestima más alta que el rival y eso influye mucho en un juego donde el estado de ánimo es primordial. ¿Favorito, pues, el Realísimo? Creo que sí, pero tendría que ocurrir un cataclismo esta noche en el Camp Nou como para no tener que aguardar a la segunda rueda para el alirón. Estamos en el primer capítulo de una gran historia, en un inicio apasionante, sólo eso.