OTRO taco de almanaque que se cae para no volver y el puñetero hasta pica espuelas como no queriendo ver lo que se deja atrás. Crisis con mayúsculas y todo por culpa del hombre, que hay que ver cómo falla el género humano. La crisis, culpa del hombre por su codicia y su vocación de especulador tramposo, con los banqueros llenándose más y más la bolsa mientras media humanidad no tiene para comer. El reparto de la riqueza se ve como un sueño de terrible despertar, todo para uno y uno para todos en versión sui géneris de la forma de comportamiento de los mosqueteros de Dumas. Esta noche cabalgaremos entre un año y otro, entre el negrísimo que se va y uno que llega prometiendo poco bueno, qué le vamos a hacer. Y como símbolo inequívoco de por dónde va el agua, los personajes que esta noche van a marcar el ritmo con el que tomarse las uvas. Qué paisaje y qué paisanaje.