EL Gobierno andaluz no prevé modificar el modelo de financiación mixto que sufraga la Radio Televisión de Andalucía (RTVA) desde que ésta se creó hace poco más de dos décadas. Esto significa que Canal Sur, la marca con la que opera la televisión pública andaluza, seguirá emitiendo publicidad al tiempo que recibe una subvención directa de los presupuestos de la comunidad próximo a un tercio de sus costes de explotación y que alcanza los 72,7 millones de euros en este ejercicio de 2010. El Ejecutivo que preside José Antonio Griñán ha estudiado qué fórmulas existían para que, siguiendo la senda de Radio Televisión Española, los canales autonómicos andaluces -dos en la actualidad- no emitiesen publicidad. Pero la conclusión a la que ha llegado el grupo encargado de analizar esa posibilidad es que es imposible transmutar ese modelo nacional a Andalucía. La ausencia de operadores de telecomunicaciones andaluces y el hecho de que las televisiones privadas de ámbito autonómico -hay tres concesiones para emitir en TDT- están en fase de gestación, desaconsejan gravar a estas empresas con la parte que actualmente pone el Gobierno regional. Tampoco se considera viable la implantación de un canon, siguiendo el modelo británico, porque generaría un gran rechazo social. Sin embargo, el estudio realizado da como una razón fundamental para no convertir a Canal Sur en sus dos versiones en unas televisiones financiadas netamente desde lo público es que ello impediría, en virtud de la normativa comunitaria, competir con el sector privado y debería centrarse en una programación de servicio público. Creemos, y reiterando una vez más que se hace competencia desleal a los operadores privados del mercado publicitario, que aquí radica la piedra angular del mantenimiento del sistema: se quiere competir para tener audiencias que, se piensa, no se conseguirían con una televisión de servicio público. De hecho, desde el Ejecutivo se dice expresamente que no se quiere una "televisión marginal" sino que sea "pública y con público", que es lo que le garantiza, añadimos, que Canal Sur siga siendo un instrumento político.