CARTELAZO el de esta tarde en la Maestranza, un cartel rematado, como toda la vida fue aquí hasta que hace dos años se enrevesaron las cosas para un desencuentro de incalculables consecuencias. Aquellas declaraciones de Eduardo Canorea se esgrimieron como argumentos para un pulso que sólo dejó vencidos y hoy vuelven al lugar del crimen tres de los principales muñidores del conflicto. Manzanares plegó velas antes que ninguno y amparó a Morante en su vuelta el día de la reapertura de puertas. Y hoy retorna el gran orfebre cigarrero en compañía de los dos colegas que aún no han vuelto. Con El Juli y Perera, el de esta tarde en el albero del Baratillo es uno de esos carteles que Sevilla acoge con ganas de ir a la Maestranza. Asegurado el no hay billetes, el espectáculo de ver llena la plaza más bella del orbe ya garantiza las muchas expectativas abiertas.