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francisco / andrés / gallardo

'Catalonios'

MOMENTO de gloria en audiencia, o tal vez no tanto, ayer tarde del Canal 24 Horas con el debate sobre la petición de la Generalitat. Los nacionalistas catalanes son expertos en hacer ruido y quedarse incluso con las nueces. Oriol Junqueras, el mimosín líder de ERC, carita de capsigrany, despedía etapa de Viajando con Chester con la entrevista más iracunda de Risto Mejide. El publicista dio en la tecla: los republicanos dejan que los convergentes se sometan a la autocombustión y al harakiri mientras va creciendo la sombra de la estelada, entre cabreos y demagogias. Junqueras hacía como que miraba hacia otro lado, y hasta casi se le escapaba la risa rebuscando excusas sobre su ausencia ante la pantalla cuando Iniesta marcó su gol en el Mundial. Risto a veces no dejaba hablar al entrevistado, vio que con Oriol tenía su momento más Évole del año, y hasta se lo podemos agradecer porque dijo cosas que muchos de nosotros pensamos. Pero el independentista, entre las piedras de las drassanes barcelonesas, nos pareció quedarse bien pancho.

Las entrevistas de Risto han terminado etapa sin hacer demasiada pupa a Salvados, tomando en Cuatro mucha esencia de la competencia de La Sexta: charlas fuera de plató, primeros planos y atención a las palabras, alternando pequeñas piezas de reportaje introductorias o ilustrativas a las declaraciones (para Oriol se seleccionó de lo mejorcito de la racista y clasista TV3). El interés del Chester depende de la intensidad del entrevistado y no todas las conversaciones daban para media hora, como Jorge Lorenzo o Cristina Cifuentes, por muy interesantes que sean estas figuras. Tal vez a Risto le falta esa curiosa ingenuidad con la que a veces se disfraza Évole para sacar declaraciones escondidas y repuntar el tono. Tal vez el propio sofá daba una sensación demasiado estática a esas entrevistas que parecen alargadas. Viajando con Chester merece una segunda etapa, perfilando la tapicería, pero el individualismo de Mejide emborrona su propio programa.

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