AUNQUE todo el año es Semana Santa en esta ciudad nuestra, aunque hasta se han llegado a escuchar saetas en el chiringuito chipionero mientras pasa sin solución de continuidad por el televisor la entrada en Campana de las cofradías más renombradas, ahora que ya es Cuaresma y el capillita piafa ante la que se nos viene encima se suceden los actos semansanteros y ni siquiera la competencia del fútbol gratis en la tele puede con su poder de convocatoria. Si de siempre se dijo que en Madrid a las siete de la tarde o das una conferencia o te la dan, ahora que tintó a morado el color de las casullas se ha llenado la agenda de actos en los que no faltan el verso y la música, el minipregón voluntarioso y esa saeta que sabe a vísperas y que sirve para que la garganta del cantaor vaya tomando tono. Ha llegado la Cuaresma y de su mano vienen en tropel exaltaciones, publicaciones, demás parientes y afectos.