CRISTIANO y Leo, Ronaldo y Messi, los dos futbolistas máximos aspirantes al trono que dejó Maradona se perfilan para esta noche como los polos de atención en un partido lleno de referentes y, por supuesto, de alicientes. Barça-United en el gran coliseo de la Riera Blanca barcelonesa, esa fina línea que separa la gran metrópoli catalana de la populosa Hospitalet, acontecimiento grandísimo entre dos instituciones grandiosas, que si el Barça es más que un club, no olvidemos que el Manchester United fue el espejo donde se miró Joan Laporta para ir modelando el Fútbol Club Barcelona que él anhelaba cuando llegó.

Cumbre del fútbol contemporáneo este partido, en él dos factores para hacerlo aún más grande. Cristiano y Leo, Ronaldo y Messi, dos jóvenes talentos muy distintos pero con un denominador común, el de hacer arte del fútbol y a una velocidad de vértigo. Es pequeño y casi insignificante el argentino que idolatra el Camp Nou; altivo y elegante el portugués, desafiante incluso cuando anda en la tarea de dar a luz su última invención. Porque esa es otra, que ambos cuentan entre sus cualidades con una que no tiene precio y que viene desde la cuna, que no se compra en mercado alguno y que no es otra que la capacidad de inventar a la velocidad de la luz.

Son los dos jóvenes talentos más brillantes del orbe futbolístico y los que más condiciones tienen para convertirse en herederos directos de Diego Maradona. Dentro de la orgía futbolística que se prevé con el Barça-United de esta noche, Leo y Cristiano aparecen como los concertinos indiscutibles para un concierto que amanece rico en matices y magnífico en su conjunto. Semifinales de Champions, turno de ida, se juega en el Camp Nou por parte de dos de las más grandes instituciones que conforman el abanico de clubes del mundo, no hay vuelta atrás, segundos fuera, silencio, se juega, se juega mucho y tienen Leo y Cristiano mucho que decir, muchísimo.