La ciudad y los días

carlos / colón

Derecho a la vida

LEO que el decreto-ley sobre la vivienda del Gobierno andaluz apela al "derecho a la vida y a la integridad física y psíquica de las personas y sus familias" afectadas por desahucios para justificar las expropiaciones temporales. Y no puedo evitar pensar que los mismos partidos que apoyan este decreto invocando el derecho a la vida son responsables, sobre todo el PSOE en su etapa Zapatero, de que el aborto pasara, de estar despenalizado en ciertos supuestos, a ser un derecho que no precisa justificación médica. No olvido las imágenes de la ministra Aído celebrando con alegría este logro. En el peor de los casos, si se estuviera convencido de que lo que se mata nada tiene de humano y que se trata de algo traumático, debía haberse aprobado con pesadumbre, como algo necesario pero doloroso.

Sus risas, sin embargo, los delataron. Se trataba del aborto querido por el consumismo, no de la antigua reivindicación feminista. La igualdad de derechos entre hombres y mujeres, la nueva sexualidad femenina ya no sometida a lo reproductivo, la libertad sexual lograda gracias a los anticonceptivos y al cambio de las mentalidades, la afortunada desaparición de las terribles condenas sociales que pesaban sobre las madres solteras y los hijos nacidos fuera del matrimonio, quitan al aborto toda justificación social de carácter progresista o feminista. Mientras que los avances genéticos hacen científicamente reprobable la eliminación del feto singular y único.

El aborto libre se ha impuesto en las sociedades desarrolladas cuando ya no existen causas sociales que lo justifiquen, cuando el control de la natalidad puede ejercerse sin perjuicio para la salud o el placer, cuando existe más información sexual y cuando la ciencia ha demostrado la singularidad genética del feto. Es un bárbaro sinsentido.

Los desahucios son una tragedia. Pero ser desahuciado quirúrgicamente del seno materno sin causa médica es una tragedia aún mayor. Una sociedad que considera un derecho que madres sanas pidan que se mate a sus hijos sanos en su propio seno, sin causa social que lo justifique o causa médica que lo exija, es monstruosa. Convertir el aborto en un método de planificación familiar es una aberración bárbara y premoderna. Cada día se matan en España unos 300 fetos. Es horrible. Angustioso. Desahucio del seno materno y pena de muerte a la vez. Lo pagaremos muy caro en deshumanización de la vida cotidiana.

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