BREIKIN NIUS

Ignacio Gago /

Desmemoriados

LA Dirección General de Tráfico no se ha planteado, al menos que se sepa, que Farruquito protagonice su próxima campaña de seguridad vial. Aceitunas La Española ha descartado, igualmente, usar la imagen de Arnaldo Otegui para vender sus productos. Hay personajes de la vida pública que guardan penitencia por sus errores, una metedura de pata de tonelaje o por el conjunto de sus actuaciones, caso del destacado independentista vasco. Ana Rosa Quintana lo desconoce. La presentadora ha pontificado y sentenciado que "no hay telebasura, hay televisión que la gente ve y otra televisión que la gente no ve". La reina de las mañanas de Telecinco tiene más razón que santa Clara, patrona oficial y desconocida de la tele, pero no es de recibo que lo diga quien condujo, hace sólo unos meses, el esperpento de la deleznable entrevista a la mujer del pederasta Santiago del Valle y quien, años atrás, soportó la vergüenza del plagio por su novela Sabor a hiel sobre la violencia de género.

Willy Toledo le ha tomado el relevo. El actor ha bramado en su próximo libro acusando a Emilio Aragón de "explotador" como mandamás de Globomedia. Quizá Toledo tenga razón, pero es de cobardes y miserables la rajada cuando esa productora y ese jefe fueron quienes le pusieron en órbita profesional gracias a su papel en la sitcom Siete vidas. Seguro que a Toledo no se le pasó por la cabeza crítica alguna a Milikito mientras desembarcaban en su cuenta corriente los abultados cheques firmados por el ahora capo de La Sexta.

Desgraciadamente, el caso de Toledo no es el único y son legión los famosos surgidos gracias a la televisión que la ponen de vuelta y media cuando ya su vida profesional ha cogido velocidad de crucero y enfocado hacia el cine. La mayoría de los realizadores, actores y actrices del séptimo arte tuvo a la televisión como rampa de lanzamiento, tanto para lustrar el currículum como para pagar facturas de caprichos. Que se lo refresquen a Penélope Cruz, Paz Vega, Elsa Pataky o el propio Willy Toledo. A todos ellos es bueno recordarles que todavía es posible que una ardilla cruce las televisiones españolas, desde Algeciras hasta los Pirineos, posándose en programas de calidad de la oferta de las cadenas de su mando a distancia. Quizá cueste algo más que hace unos años, por aquello de que los canales se han multiplicado y hay que dedicarle algo más de tiempo a la búsqueda. Inténtelo.

Pd: TVE-1 ha arrancado el curso recuperando el liderazgo en audiencia y mojando la oreja a Telecinco en lo que llevamos de septiembre, el primer mes de la temporada televisiva. Y con un presidente con contrato mensual al frente nada menos que del trasatlántico de RTVE. Para que luego se quejen los interinos, oiga..

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