AUNQUE el día de la Esperanza es mañana, la esperanza de que las cosas sean más acordes con lo que demanda la normal convivencia ciudadana dicen que arranca hoy, festividad de San Lázaro, ese obispo que tiene nombre de hospital. Hoy es el día para que el gorrilla tiemble ante la inminencia de una multa, que me los imagino preocupadísimos por la cercanía del guardia con libreta y bolígrafo. También el día para que los ciclistas dejen de pasar rozando por los peatones/as que creyeron que lo que se dio en llamar zona peatonal era para su uso exclusivo y que ya que no podían llegar con el coche a casa, al menos podrían pasear sin necesidad de ponerse un retrovisor en la mejilla. Hoy, seguro estamos de que desaparecerán esos gorrillas que dan la matraca en Bami o en la Gavidia y también el riesgo de que un émulo de Indurain se te lleve un brazo por delante. ¿San Lázaro o día de los Inocentes?