Tribuna Económica

Rogelio / Velasco

Economía del fútbol

DESDE el punto de vista económico, la liga de fútbol española es una anomalía en Europa. El PIB (Producto Interior Bruto) de Alemania, Inglaterra, Francia e Italia son mayores que los de España en un rango de 1,5 a 2,5 veces. Sin embargo, los ingresos de los clubes españoles de primera división son, en conjunto, mayores que los de todos esos países, excepto los de la premier inglesa.

Adicionalmente, el Real Madrid lleva diez años consecutivos como el club con mayores ingresos del mundo. El pasado año alcanzaron los 550 millones de euros. El Barcelona se encuentra en cuarto lugar.

Los ingresos de un club dependen del merchandising de productos deportivos, venta de entradas, patrocinios y derechos de televisión. Los clubes españoles son especialmente buenos en la venta de merchandising y de entradas en los estadios. Se encuentran en la primera posición en la Unión Europea (UE) por esos conceptos.

Además del tamaño por ingresos, la otra anomalía de la liga es el reparto de los derechos de televisión entre los clubes. Un decreto del Gobierno está esperando ser aprobado para modificar el actual estado de cosas. En la actualidad, los clubes negocian los derechos individualmente con las plataformas de distribución -Canal+, Telefónica y Mediapro- y éstas emiten directamente los partidos o bien revenden los derechos a otras plataformas, que pueden ser satelitales, por cable o internet, dentro y fuera de España. Entre Real Madrid y Barcelona, obtienen el 35% del total de derechos de la liga de primera división. Esto explica sus posiciones de liderazgo internacional.

El decreto pretende establecer un sistema centralizado de venta de derechos, como el establecido en las ligas europeas. El 50% se repartiría entre todos los clubes, otro 25% por criterios deportivos y el restante 25% por las audiencias. Los partidos se venderían en paquetes entre las distintas plataformas de televisión, de manera que no hubiese un monopolio de ninguna plataforma y compitieran entre ellas.

En teoría, este nuevo sistema introduciría más competencia, la liga estaría más equilibrada y la mayoría de los clubes obtendría mayores ingresos, aunque no garantizaría una mayor estabilidad financiera en vista del tipo de personajes que los dirigen y del populismo que practican.

Lo preocupante con el nuevo sistema es que los clubes y la federación están haciendo cálculos alejados de la realidad. Si tomamos como referencia la liga más competitiva, la premier inglesa, British Telecom y Sky acaban de pagar 2.300 millones de euros por los derechos anuales. El Reino Unido cuenta con más de 15 millones de abonados a la televisión de pago. En España es inferior a 4,5 millones. No alcanza a 660 millones de euros lo que le correspondería a la liga española. Pero es que con el sistema actual -más barato- ya alcanza los 800 millones.

El escenario que se avecina es el de una guerra entre plataformas y clubes. Las actuales plataformas de Telefónica y Canal+ pierden dinero con la retransmisión de partidos. Si no crece mucho la comercialización internacional, prepárese para pagar más dinero por ver el fútbol. O por el resto de paquetes de televisión de pago, aunque no contengan fútbol.

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