MARCEL Proust escribió su maravilloso libro A la busca del tiempo perdido tras las evocaciones que le suscitó una magdalena. Pues bien, un forastero que no es hincha futbolístico ni ha tenido nada que ver con los recientes duelos entre el Sevilla y el Athletic hizo también su particular busca del tiempo perdido cuando, al visitar hace unos días nuestra ciudad, oyó el sonido del tranvía al arrancar. ¿Saben a qué corresponde ese sonido? Pues a la campana del antiguo tranvía de Bilbao. El director del museo del ferrocarril del País Vasco, Juanjo Iraizola, halló la campana y digitalizó el sonido para no perder esa memoria histórica. CAF lo incorporó luego al tranvía de Sevilla: de Nervión a Nervión.

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