INCOMPRENSIBLE resulta que no se acepte la eutanasia en el caso de Eluana, esa chica del Friuli que llevaba diecisiete años en estado vegetativo y con el cuerpo ulcerado. No entra en cabeza humana que se martirice a una criatura como se ha martirizado a Eluana. De ensañamiento terapéutico ha calificado el padre lo que se ha estado haciendo con su hija durante diecisiete años, diecisiete años a la espera de un milagro. Por lo visto era un milagro lo que esperaban todos los que han clamado contra la medida de dejarla morir de una puñetera vez. Con el oportunista Silvio Berlusconi y la tridentina Conferencia Episcopal italiana a la cabeza se cuestiona la decisión de un padre al que se le habrá roto el corazón tomando esa medida. No parece de humanos que se quiera alargar un martirio como el que ha sufrido la pobre Eluana, víctima principalísima de lo que durante diecisiete años han hecho con ella sin preguntarle.