EL agosto de 2006, cuando Zoido llevaba poco más de un mes proclamado como candidato (por decisión de Arenas), se le pudo ver recorriendo las playas sevillanas a la búsqueda de la notoriedad anhelada y de los votos necesarios. Hasta a Matalascañas se fue el juez metido a la política, que trabajó como un auténtico sprinter los nueve meses que distaron desde su nominación como alcaldable a las elecciones de mayo de 2007. A Juan Espadas, candidato socialista a la Alcaldía de Sevilla (al que le sigue faltando el aval clave del Comité Federal), parece que se lo ha tragado la tierra este mes de agosto. O prepara un septiembre fortísimo, o trabaja con la premisa de que Zoido no alcanzará la mayoría absoluta. De Espadas sólo sabemos algo estos días por su perfil en Facebook. Le gustan Shakira y su waka-waka. Algo es algo.

E L presidente del PP en Sevilla, José Luis Sanz, se ha descolgado esta semana con unas declaraciones a una agencia que no han dejado indiferente a nadie, a pesar de que desde el equipo del candidato popular Juan Ignacio Zoido se haya querido vestir el asunto como una entrevista "de lo más normal" y en consonancia con el mensaje que lanzan los últimos sondeos electorales. ¿Es complicado que Zoido pueda coger el bastón de mando? "Muy difícil", asegura Sanz para luego recordar lo sucedido en las alcaldías de Huelva, Cádiz y Málaga en otros tiempos o incluso en la de Tomares, que ahora preside el propio Sanz. El PP teme a la reedición de un pacto entre PSOE e IU y así lo manifiesta, abiertamente. ¿Se le soltó la lengua a Sanz? ¿O se trata de una estrategia para despertar al electorado? Ya se sabe que la euforia es mala compañera y todavía quedan ocho meses para las elecciones.