EL presidente Mas es un oportunista y un irresponsable. Sus declaraciones sobre el independentismo y sobre el resultado de la Conferencia de Presidentes autonómicos lo certifican. Así como utilizar el arrebato nacionalista para ocultar su mala gestión y adelantar elecciones para dar cuerpo al soberanismo inducido.

Pero quizás nadie gane a incompetente al ministro Wert. Su receta de "españolizar a los niños catalanes", como respuesta a la movida nacionalista, es muy propia de su condición de pirómano político. Por cierto, no debe querer dejar pasar un solo día sin una nueva estulticia cuando acaba de imputar a la Ceapa de alinearse con la extrema izquierda. La confederación de padres y madres de la escuela pública se extiende por todo el territorio de España y reúne a padres y madres de toda condición política o incluso sin ninguna adscripción ideológica.

Volviendo a la incendiaria fórmula de españolizar niños catalanes, la misma expresión utilizada huele a franquismo. Podría haberse referido a equilibrar los conocimientos de los dos idiomas, o manifestar su preocupación porque los contenidos de la enseñanza tengan un tronco común para todos los españoles, con independencia del territorio en el que residan. No, su lenguaje es imperialista. Y su efecto, generar desafección.

Por otro lado, Artur Mas ha rebatido con catalanizar a los españoles. La intención de la frase es de suponer que fuera guardar simetría con la de Wert. Denomina "ellos" al resto de los españoles, con lo que también emula a Wert en dividir maniqueamente a los pueblos y a los ciudadanos.

Sin embargo, sí considero de recibo que todos estemos dispuestos a aprender de las virtudes y cualidades de los demás. Si Cataluña tiene, y tiene, características positivas que sobresalen respecto a otros territorios, bueno es aprender. Por ejemplo, si es la comunidad autónoma que más aporta al PIB, ¿por qué no analizar que falla en otros territorios?

Con todo, las expresiones utilizadas han sido desafortunadas. Puestos a españolizar en el sentido utilizado por Wert, más valdría, como ha dicho el presidente Griñán que el Gobierno de Rajoy dedique esfuerzo para que se ordene al servicio de todos los españoles la banca. O que españolice la Unión Europea, consiguiendo hegemonía para las posiciones que beneficen el interés general de España.

La circunstancia de que catalanes y vascos no se encuentren cómodos en el Estado español es otro asunto y, éste sí, de la mayor seriedad. Y los españoles tendremos que dar adecuada respuesta a ello. Pero de irresponsables, oportunistas y pirómanos no tenemos ninguna necesidad.