Sólo el Barça salió con bien de la tercera jornada de Champions. El Real Madrid fue fiel a su trayectoria encallando en su campo mientras que el Atleti se estrelló contra un equipo de Azerbaiyán que puso a toda su tropa por detrás del balón y el Sevilla se hundió con armas y bagaje en Moscú. De todas formas sólo parece complicada la clasificación de los del Cholo, ya que Chelsea y Roma no parecen muy dispuestos a ceder.

El Real Madrid, por su parte, sólo tiene la duda de si será primero o segundo de un grupo en el que parte el bacalao, todo el bacalao, sólo con el Tottenham. Empatados a todo, la segunda manga de ese Grupo H será una carrera sólo para dos tras la frustración de un Dortmund con sólo un punto gracias a su pírrico botín de Nicosia. En este grupo, la cita del Día de Todos los Santos en Wembley será como una final prematura que descubra quién acabará liderándolo.

El que lo tiene crudo es el Atlético de Madrid, que en la lejanísima Azerbaiyán dio un sainete de no te menees. Afortunadamente para él, el gol de Hazard que establecía tablas en Stamford Bridge le da esperanzas de sobrevivir en Champions, pero la Liga Europa asoma como destino más posible. Sus carencias ante un equipo tan menor como el azerí del Qarabag lo ponen al pairo de todos los vientos sin que se le permita error alguno con la Roma en casa y el Chelsea en Londres.

Sin problemas el Barça con su pleno de nueve de los nueve puntos librados, el Sevilla no debería tener problemas de supervivencia siempre que lo de Moscú haya sido un simple accidente. Su batacazo junto al Kremlin no le permite errores y su cita del 21 en Nervión con el Liverpool se prevé clave siempre que se haya desembarazado antes del Spartak. Ganando los tres partidos no hay problema alguno, conque esperemos que lo de Moscú sólo haya sido un accidente.